Un par de fundamentalistas cristianos, que oraban en lugar de llamar a un médico mientras su hijo de dos años estaba muriendo de neumonía, se han librado de la cárcel.



Herbert y Catherine Schaible dijeron a los detectives de homicidios: “Tratamos de luchar contra el diablo, pero al final ganó el diablo” y Kent Schaible fue encontrado muerto.

Los padres son miembros de una controvertida Iglesia evangélica, que dice a sus miembros que usar medicinas es un pecado.

Fueron declarados culpables de homicidio involuntario y negligencia infantil en diciembre, después que su hijo Kent murió de neumonía bacteriana.

Un juez les perdonó la cárcel, pero les ordenó que el resto de sus siete hijos, deben hacerse chequeos regulares con un médico.

También fueron condenados a diez años de libertad condicional.