Denunciante Mega
 |  novedad sobre invercolsa y londoño hoyos.
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 | Como para Ripley.- Artículo de Ramiro Bejarano Guzmán.  Enero 24 de 2011 | 07:01 AM. | Noticias Causa asombro comprobar que el país se volvió indolente frente a la corruptela y absolutamente indiferente ante los fallos de sus jueces. Pero además produce miedo lo que está pasando y lo que nos depara el futuro. Aunque hay muchos ejemplos de esa tragedia colectiva, el más reciente vino con la ratificación por parte del Tribunal de Bogotá, de la condena que merecidamente le impuso el Juzgado 28 Civil del Circuito de Bogotá al ex ministro Fernando Londoño Hoyos, para que le restituya a Ecopetrol las acciones de Invercolsa, las cuales adquirió valido del artificio de presentarse como extrabajador de esa entidad, sin haber tenido jamás esa calidad.
En efecto, mientras otra vez la justicia concluyó con evidencias incontrovertibles que Londoño nunca fue trabajador de Invercolsa y que, por tanto, no podía adquirir en esa condición las acciones de Ecopetrol en esa sociedad, el “Héroe de Invercolsa” y sus amanuenses descalificaron la condena, con un argumento desvergonzado que ofende la inteligencia. Según Londoño, cuando él se disfrazó de trabajador de Invercolsa, a sabiendas de que nunca lo había sido, para comprar un buen número de acciones de Ecopetrol en esa sociedad, la estatal petrolera ganó en vez de perder, porque las malhadadas acciones que antes valían 45 mil millones hoy valen dos billones. Extraña forma de obtener beneficios, cuando Ecopetrol no ha recuperado el control de sus acciones en Invercolsa, ni ha recibido los jugosos dividendos causados durante todos estos años de tortuoso litigio. ¿Quién tiene esas acciones actualmente? ¿Quién se ha beneficiado de sus dividendos? Son varios los interrogantes que Londoño debería responder con claridad, en vez de reclamar con cinismo y voracidad que le devuelvan lo que pagó con dineros prestados.
Que hoy las decisiones judiciales puedan ser ignoradas olímpicamente o tergiversadas irresponsable y públicamente, y que eso tan grave a nadie le importe, en parte es también consecuencia del talante que se impuso durante los ocho años de uribismo atrevido, que logró resquebrajar la confianza colectiva en los jueces y hasta sustituirla por la impunidad social.
La diatriba permanente contra los jueces y sus decisiones ha dejado la huella dañina en la sociedad de que si se cuenta con poder o influencias poderosas, no importan las condenas ni las sanciones. Por causa de esa doctrina fue posible nombrar a Luis Alfonso Hoyos, primero en Acción Social y luego en la embajada en la OEA, no obstante que el Consejo de Estado lo privó de su investidura de senador. Por obra de esa perversa costumbre de atropellar con la conspiración del desprecio las decisiones de los togados, al uribismo no le importó tener cerca al exconvicto por narcotráfico Carlos Náder, bien conocido además por su vinculación estrecha con la anterior casa presidencial, que lo protegió y consintió. Seguramente tampoco importará que los jueces sancionen los actos de corrupción en la contratación de las obras públicas, perpetrados en el gobierno anterior, que en vez de infraestructura, sólo nos dejó carreteras arruinadas y un sinnúmero de pleitos cuantiosos que desangrarán más el patrimonio estatal.
Qué le vamos a hacer. Esa es Colombia, aquí tiene más credibilidad un avivato con programa radial o columna de opinión, que la decisión legítima y reposada de un juez fundada en el derecho.
*** Es decir, "como yo me robe esas acciones, evité que salieran del dominio de ecopetrol, y como las acciones hoy valen más, pues ganó ecopetrol". Tras de ladrón (y bien ladrón) bufón, ese y josé obtuso son los ideologos del uribismo. Hay que ser muy cinico, muy ladrón, y muy hijueputa, para ser como Londoño Hoyos.
__________________  "Prefiero morir de pie, a vivir arrodillado." |