15-01-2011
, 09:49:00
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#2 |
Denunciante Bronce
| Respuesta: Pináculos de caliza El ágil lémur descansa sobre una aguja de piedra. Se sabe poco de su conducta,
pero la evolución los ha provisto de gruesas almohadillas en las manos y los pies, lo que constituye
una ventaja en el aserrado paisaje que conforma su hábitat.
El escalador John Benson se abre paso entre los afilados pináculos del tsingy,
una formación rocosa que en malgache significa «donde no se puede caminar descalzo».
La Vía Láctea brilla por encima de las gargantas mientras un gecko de hábitos nocturnos caza insectos.
Los científicos que visitan el tsingy a menudo lo hacen en travesías nocturnas para buscar extrañas
criaturas, como cucarachas del tamaño de un puño.
Una vista aérea del tsingy y de sus formaciones revela hileras de torres calizas y profundos y rectos
cañones, un paisaje que recuerda el de una ciudad con un denso tejido urbano
. Las cimas del tsingy son áridas y desnudas mientras que la parte inferior,
protegida del implacable sol, retiene agua y sedimentos.
A menudo más estrechas que los hombros de un escalador,
las gargantas absorben agua durante la estación lluviosa, conduciéndola hacia cámaras subterráneas.
La caída de la noche no resta espectacularidad a las imponentes murallas de piedra.
Una temperatura más fresca y la creciente humedad invitan a muchas criaturas a salir.
Un sifaka de Decken asoma entre los pináculos. El tsingy es el hábitat del lémur.
Varias especies habitan las gargantas, incluyendo el lémur pardo y dos especies nocturnas,
el lémur lanudo de Bemaraha y el lémur ratón, ambas endémicas.
__________________ "Aún hay vagos destellos de civilidad en este matadero salvaje que alguna vez fue la humanidad". |
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