Un testigo de Jehová se sienta junto a un pastuso en un vuelo de Bogotá a Miami. Cuando el avión ha despegado empiezan a repartir bebidas a los pasajeros. El pastuso pide una copita de ron. La azafata le pregunta al testigo de Jehová si quiere beber algo. Contesta el testigo de Jehová con mal tono:
- Prefiero ser raptado y violado salvajemente por doce putas de Babilonia antes de que una gota de alcohol toque mis labios.
En eso el pastuso le devuelve el copita apresuradamente a la azafata y dice:
- Yo también, no sabía que se podía escoger, pues...