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Antiguo 12-01-2011 , 14:01:17   #2
۞ZZY MARAÑAS
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Predeterminado Respuesta: ****MEGAPOST DE POKER******** (actualizacion constante)

Los burdeles eran a la vez garitos donde se bebía cuanto se quería, y se jugaba a todo, desde la ruleta al póker. Personajes como Al Capone en Chicago o Lucky Luciano en Nueva York, se convirtieron en auténticos zares del crimen. Las bandas competidoras se enfrentaron a ellos y comenzó la guerra del hampa. Los asesinatos y matanzas estaban a la orden del día, en medio de un ambiente frívolo y despreocupado, en el que la gente rica frecuentaba los peores recintos, en busca de alcohol y emociones fuertes, mientras la pobreza se hacía más y más ostensible en las calles de las grandes ciudades.
En ese clima de violencia, italianos e irlandeses luchaban por la hegemonía en el mundo del crimen, que era el gran negocio de la época. La vida parecía girar en torno al alcohol y el juego. Grandes recintos lujosos acogían a lo mejor de la sociedad, para dilapidar millones en las mesas de juego. El póker era el gran protagonista, el juego favorito, tanto de los ciudadanos de bien como de los propios gangsters. El cine nos ha dejado numerosas imágenes de pistoleros sentados en torno a una mesa de juego, pasando enormes sumas de dólares de mano en mano, en una atmósfera densa y humeante. La realidad no distaba mucho, ciertamente, de esa ficción.
Pero aunque explotado por los gangsters, el juego iba a ser de inmediato un monopolio más del Sindicato del Crimen, cuyos garitos se mantenían incólumes gracias al soborno de políticos y policías.
En los Estados Unidos, existen Estados que permiten el juego, otros que lo prohíben y algunos que permiten unos y prohíben otros. Pero eso no le importaba al Sindicato. En todas partes, autorizado o no, lo hizo monopolio suyo, a través de sus armas preferidas: la violencia y el crimen.
Se calcula que el juego -del que era protagonista indiscutible el póker-, facilitaba al Sindicato beneficios de hasta veinte o veinticinco millones de dólares anuales de aquellos tiempos. Aunque las apuestas de caballos les facilitasen aún más beneficios, el negocio del juego de casino era más sencillo y de mejor explotación. Incluso en Nevada, donde el juego es legal, lograron los gangsters hacerse con el monopolio del mismo. Cualquier competidor que surgiese, era inmediatamente obligado a abandonar. Y si no abandonaba, no tardaba en aparecer muerto.
Es lamentable que tantas y tantas cosas relacionadas con el juego del póker resulten negativas, pero no podemos culpar al juego en sí, ni a ningún otro juego, de lo que pueda rodearle por ambición o falta de escrúpulos de quienes se relacionan con él. Al juego en sí, si le despojamos de la codicia humana o de los intereses creados en torno a él, no podemos acusarle de ser responsable de nada. Si la finalidad de una partida de póker es divertirse, intentar ganar algo, cosa muy humana por cierto, sin apelar nunca a malas artes, no tiene por qué ser considerado como perjudicial. Como en todas las cosas, lo realmente malo está en el uso que se haga del propio juego.
¿Qué tiene de negativo tomar una copa o visitar un casino? Lo malo es embriagarse o jugarse hasta las pestañas. También un medicamento, en dosis excesiva, puede matar.
Lo que sucede es que, sea en tiempos antiguos, en el lejano Oeste americano, en el imperio de los gangsters o en nuestro mundo actual, el póker ofrece el mismo atractivo, idénticos alicientes. Pero en torno a él, en vez de un grupo de jugadores bienintencionados, dispuestos a pasar un buen rato jugando con sus emociones, pueden surgir los especuladores de siempre, los ventajistas sin escrúpulos que todo lo pervierten.
Y eso es siempre lo peor. En el póker, y en todos los órdenes de la vida.
Pero no solamente en los ambientes citados se hizo popular el juego del póker durante muchos años. En el propio Oeste, los mineros consumían también sus horas de asueto en torno a una mesa más o menos improvisada, dentro de sus tiendas de lona o de sus chozas, jugándose pepitas de oro, oro en polvo o billetes y monedas, cuando no iban a la población más cercana, en busca de provisiones o a celebrar el hallazgo de alguna vez, y se embarcaban en los casinos para jugarse los beneficios de una larga temporada de duro trabajo en busca del preciado mineral.
Puede decirse que todas las profesiones más duras y fatigosas, tenían por entonces la válvula de escape del juego, para olvidar los momentos difíciles. Y que de todos los juegos, sin duda el póker era el verdadero rey.
Por la misma razón, los marinos hicieron asimismo del póker la principal de sus distracciones a bordo cuando estaban libres de servicio y podían reunirse en sus camarotes o en la bodega del barco, para jugarse sus soldadas. En tiempos de los piratas, estos se jugaron muchas veces el botín obtenido en un sangriento abordaje, en una mesa de juego donde no era difícil que un perdedor creyese ver trampas donde no las había -aunque a veces sí las hubiese-, y la partida terminase con un pistoletazo que mataba al tramposo o a su acusador, según fueran las cosas.
Actualmente, también los marinos, que pasan largas temporadas en alta mar, como pueden ser los pescadores o los que prestan servicio en la Marina de 'su país, tienen en el póker una de sus principales diversiones, ya que a bordo suele estar prohibido el alcohol, por razones de seguridad, y por supuesto las mujeres brillan por su ausencia. En esas circunstancias, rodeados de mar por todas partes, a veces durante meses enteros, qué les queda a los embarcados, sino buscar un rato de asueto con unos naipes en la mano.
Y si bien los Latinos pueden optar por el póker o los juegos con baraja española, los de otras latitudes, como británicos, norteamericanos, canadienses, australianos o franceses, pongamos por caso, se deciden inevitablemente por el póker para consumir esas horas en que no tienen nada que hacer.
También en otras profesiones, como los que trabajan en plataformas petrolíferas marítimas, los fareros, los pastores y mucha otra gente que se encuentra en reducido grupo y en solitario durante largos períodos de tiempo, suelen acudir al mismo juego para paliar el aburrimiento. Puede decirse que, globalmente, en el mundo entero se juega, y mucho, al más popular de los juegos de naipes que jamás ha existido.
Evidentemente, algo fascinador tiene el póker cuando se adapta de modo tan perfecto a cualquier mentalidad o ambiente, y cuando se ha conservado y se conservará durante siglos, con muy escasas variantes en su forma de jugar.

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