Ver Mensaje Individual
Antiguo , 14:25:47   #1
Primera Infidelidad con una chica de 18 Calificación: de 5,00

Los mejores licores
Me estoy enredando con una preciosa chiquilla de 18 añitos, yo se que es jugar con fuego, pero me da unos placeres indescriptibles.

Soy Daniel de 35 años, casado hace tres años, con un hijo. Mi complexión es delgada, de 1.78 mt de estatura, fogoso en el amor, me encanta el sexo anal y lo he practicado con cuanta novia tuve y ahora con mi esposa Perla. Por la situación económica imperante, además de dar clases en algunas preparatorias, desde hace un año decidí también dar clases particulares.

Asi fue como conocí a Rosaura, una preciosa adolescente de 18 años, cabello castaño claro, algo rellenita, tez blanca, ojos verde oscuro, lindas piernas menuditas. Rosaura venía de una familia bastante solvente económicamente. Rosaura era de tan bello rostro que creo que mi esposa tuvo algo de celos solo de verla.
Iniciamos las clases, a ella la atendía de 5 a 6 de la tarde, en un curso que solo le daba a ella. Casi siempre vestía de corto, es decir, faldas o vestidos cortos, sus piernas menudas era atractivas, con pantorrillas gruesas y un lindo y parado trasero. A pesar que debía comportarme con seriedad, con Rosaura me costaba hacerlo, ya que ella era muy amigable, simpática y extrovertida. Además con ese cuerpo de pecado, no tardaba en erectarse mi amigo que estaba debajo de mi trusa.

Durante las clases particulares, entablábamos conversaciones con temas como música, moda, novios y últimamente de sexo, que era un tema que, era evidente, que a Rosaura le atraía mucho. Las semanas previas, yo notaba un interés de ella hacia mi y hacia mi vida. Preguntas como -Oye profe, estas casado felizmente?-, -Profe, le gusta como me queda este vestido?-, -Profe? Ha pensado en mi?- -Profe, ayer lo soñé, sabe como?-.

Este tipo de insinuaciones fue poco a poco despertando el morbo en mi, aunque luego yo mismo me corregía, diciéndome que no me metiera con una chica de su edad, porque lo lamentaría.
Sin embargo, cierto día al finalizar la asesoría, Rosaura me dijo que los días sábado acostumbraba ir a la discoteca con sus amigos, pero su novio no iba a estar, me preguntó si podría ser su pareja esa noche. Yo casi temblaba para responderle, en un alarde de valor le dije que si, asi que quedé con ella ese sábado.

Estuve nervioso los días previos. Y si algo salía mal?, y si mi esposa se enteraba?, Si alguien me veía alli con ella?. Esas dudas me estresaban. Nunca había hecho algo semejante. Le había dicho a mi esposa que iría a jugar naipes con mis amigos, en la casa de uno de ellos. Así que salí casi a la hora fijada. Llevaba unos jeans ajustados, para no parecer fuera de moda, una camisa tipo polo y pasé comprando unos condones a una farmacia por si acaso.

Llegué a la discoteca, había ruido estruendoso de la música, definitivamente me sentía extraño, era otra generación diferente a la mia. Entré y me ubiqué en la barra, pedí una cerveza, las luces centellantes no me dejaba ver bien y buscar a Rosaura. Por fin la vi en una mesa, acompañada de otras dos chicas y un joven. Llegué y saludé a todos, Rosaura se paró y me dio un beso casi en la boca, lo cual me hizo sonrojar un poco. Me tomó de la mano y me llevó de una vez a la pista de baile. Para mi suerte había música salsa y merengue, que son dos tipos de música que sé bailar casi bien.

Mientras bailábamos, pude ver a Rosaura, estaba muy bien pintada de la cara, con una sombra azul en sus ojos, una blusa pegada a su torso, con un escote que hacía lucir sus dos lindos senos juveniles. Su falda era una mini tipo jeans color celeste, sus zapatos de poco tacón eran sin taloneras. Se veía más bella que de costumbre. Mientras yo la abrazaba para darle vueltas y bailar, pude por primera vez tocar su piel y apretarla contra mi pecho, sentí sus duros senos estrujarse contra mi. Mi pene estaba despertando y amenazaba con endurecerse en mis pantalones. En cierto momento, quedé abrazado a ella por detrás, mi paquete se pegó a su generoso trasero y ella se frotó contra el. Yo la abracé por debajo de sus senos y por la diferencias de estatura, pude ver casi todos sus senos, Rosaura no llevaba sujetadores. Mi pene se erectó sin remedio. Era imposible que ella no lo sintiera en sus nalgas.

A partir de allì, nuestros movimientos fueron provocativos. La cantidad enorme de gente en la pista de baile nos servía de cortina para esconder ese cachondeo. De allí vinieron las rolas románticas, ella se prendió de mi y su cabeza la puso en mi pecho, sentí sus senos, mis nerviosas manos la tomaron primero de la cintura debajo de la espalda. En un momento, ella despegó su cabeza de mi pecho y me susurró, aún con todo ese ruido, que yo le gustaba mucho, nuestras miradas se quedaron fijas, yo hice mi cabeza hacia abajo y ella hacia arriba, resultado, nuestros labios se unieron, primero apretándose uno al otro, pero luego fue ella la que deslizó la punta de su lengüita entre mis labios, no tardé más que un segundo en corresponderla, mi lengua se pegó a todo lo largo de su lengua. Nuestros labios se pegaron al máximo para darle más espacio a los apéndices bucales enardecidos.

Mis manos, casi por inercia y por lo caliente de la situación, las coloqué en la parte alta de sus glúteos, recorrí una parte con la punta de mis dedos, seguí bajando atrevidamente hasta casi tomar cada nalga con cada mano. A nuestro alrededor había varias parejas besándose o bien abrazados, nadie se fijaba, para mi suerte, en nosotros, pero había mucho riesgo. –Oye!, vamos a afuera un rato-. Ella estuvo de acuerdo, salimos y la llevé a mi automóvil. Nos metimos atrás, rápidamente seguimos besándonos como adentro en la pista de baile.

Puse mi mano derecha en sus senos, primero acariciando por encima de su blusa, pero en pocos minutos, la meti por debajo de su blusa y acaricie sus senos piel a piel. Eran tersos como la seda, sentí rapido el bultito de sus pezones ya erectos, los palpé con la punta de mis dedos una y otra vez. Ella emitía respiros muy profundos, la chica se estaba excitando. Levanté su blusa y movi mis labios hacia sus senos, los besé varias veces y luego los fui apretujando por parte con mis labios, hasta llegar a sus ahora voluminosos pezones. La luz que nos daba de los postes del alumbrado era suficiente para ver toda su hermosura juvenil.

Si bien es cierto que Rosaura estaba muy excitada, lo podía oir por sus gemidos y su respiración acelerada, yo también estaba con una erección que me empezaba a mojar los interiores y me estaba volviendo loco. Mientras me comía sus dos deliciosas montañas de carne, esa misma mano que había utilizado para acariciarlas, la puse en sus carnosos muslos y sin miseria acaricie su chuchita sobre su tanguita. Creí que ella se molestaría por eso o algo asi, pero Rosaura abrió sus piernas para permitir que mis dedos tocaran toda su vulva por arriba de su braga. Noté de inmediato que estaba mojada la tela de su ropita interior, el líquido era viscoso, no había duda que eran sus líquidos vaginales que lubricaban sus chuchita.

Dejé de mamar sus senos y regresé mis labios a su ávida boca, metí mis dedos dentro de su braguita y luego entre sus labios vaginales, quedé sorprendido de la cantidad de lubricante vaginal que ella ya había echado. Me mojó todos los dedos, se antojaba introducirle un dedo en su chuchita, así lo hice, nunca había metido un dedo en un sexo tan caliente como el de Rosaura. Sus gemidos aumentaron de volumen. Ella me tomó con su mano la mía, y fue ella la que llevó el ritmo de la dedeada que le yo le daba a su cuquita. Incluso la emoción me hizo insertarle otro dedo a la par del primero en su candente vagina. Ella gimió fuerte y exhaló aire cuando sintió mi otra falange en su interior.

-Vamos a otro lado- me dijo Rosaura entre susurros excitados.

Sin salir del automóvil, solo me brinque hacia el sitio del conductor y a toda velocidad salí a la autopista buscando el motel más cercano. Al cabo de cinco minutos, por fin lo encontré, era de aquellos, donde puedes entrar a la habitación con todo y auto y bajas las persianas eléctricas y quedas dentro. Bajamos del automóvil, luego de pagar en una ventanilla, subimos unas gradas, que terminaban en una puerta, la habitación estaba totalmente alfombrada, tenía jacuzzi, espejos por doquier y en el centro una enorme cama.

Nos empezamos a besar y ella nuevamente entre susurros me decía que le hiciera el amor. La cargué en mis brazos y la acosté en la orilla de la cama y siguieron los besos húmedos, alli tendida le quité la blusa, sus senos juveniles eran perfectos, los mamé lentamente, quería disfrutar al máximo mi primera infidelidad, Rosaura gozaba al màximo cada caricia con mi boca y lengua que yo le daba en sus blancos senos y en sus rosados pezones. Mis manos también trabajaban en recorrer sus piernas, llegaba a sus muslos y hurgaban su cuquita sobre su tanguita. Con una mano y con su ayuda le fui quitando su tanguita, al fin salio por sus pies, o sea que solo me quedaba su minifalda.

Comentarios Facebook

DanGilAr no está en línea   Responder Citando

compartir
                 
remocion sep Gold sep Silver sep Donar

marcaNo Calculado   #1.5
SponSor

avatar
 
Me Gusta denunciando
Estadisticas
Mensajes: 898.814
Me Gusta Recibidos: 75415
Me Gustado Dados: 62988
Fecha de Ingreso: 02 jun 2006
Reputacion
Puntos: 1574370
Ayudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen camino
emoticon Re: Primera Infidelidad con una chica de 18

 
Los mejores licores
 
   
   
_______________________________________________
Publicidad :)
conectado
 
Page generated in 0,08259 seconds with 12 queries