Fuente: Cristalab
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Resulta muy satisfactorio desarrollar tus proyectos personales, trabajar en tus ideas y generar dinero sin rendirle cuentas a ningún cliente. Pero cuando trabajas para un cliente, el te hace una petición concreta, define límites y te pide un presupuesto, así estableces con precisión lo que debes hacer, el tiempo y el dinero.

Al trabajar en tus propios proyectos debes luchar contra incertidumbres, riesgos, flexibilidad excesiva y distracciones. Requieres mayor compromiso, responsabilidad, dedicación, estudio y planificación.

Tal vez esta lista parezca muy obvia pero muchos fracasan por incumplirla. En un proyecto personal nunca debes:



1) Enamorarte de una mala idea


Si tienes una idea y deseas desarrollarla significa que te gusta, pero el hecho de que te guste no quiere decir que sea realmente buena. En la fase inicial de todo proyecto, la idea te parece perfecta y no puedes ser racional ni objetivo. Lo primero que debes hacer es analizar muy bien tu idea, investigar si ya la han implementado o existe algo similar y determinar la factibilidad de desarrollo y éxito de lo que pretendes iniciar.

2) Trabajar sin una planificación previa


Si tu proyecto es con fines de lucro debes estudiar el mercado y el target al que va dirigido para determinar si vale la pena desarrollar tu idea y qué aspectos debes considerar para colocarlo exitosamente en el mercado.

Adicionalmente, documenta todo tu proyecto, no hagas las cosas sobre la marcha y crea un plan de trabajo. Antes de comenzar crea mockups y define bien todo, esto te permitirá determinar las fases de tu proyecto, los recursos que puedas necesitar, la complejidad del mismo, el plazo estimado de culminación, entre otros aspectos importantes.

3) Incluir todas las características que se te vayan ocurriendo


No incluyas más features de las que puedas programar, no te pongas demasiado creativo y trata de ceñirte a lo planificado o empezarás a crear un monstruo que no podrás terminar pronto, lo cual irá acabando progresivamente con tu motivación y presupuesto, alejando cada día más el momento en que puedas percibir ingresos.

Esto no quiere decir que desprecies todas las ideas que se te vayan ocurriendo sino que consideres implementar sólo aquellas que involucren una mejora sustancial y puedan desarrollarse sin alterar mucho los plazos. Las demás ideas puedes implementarlas en futuras versiones si tu proyecto tiene éxito. Haces luego una versión de lujo.

4) Irrespetar la planificación


Si dejas de lado tu plan de trabajo, empiezas a retrasarte y a perder la motivación de trabajar en el proyecto. Irrespetar la planificación no quiere decir que no puedas realizar cambios sobre la marcha puesto que seguramente será necesario hacerlo, sino postergar la realización de actividades incumpliendo con los plazos fijados. Siempre hay que considerar que cuando empiezas a desarrollar algo, sobre todo si es por primera vez, lo planificado puede no coincidir con la realidad y probablemente haya que reajustar los planes de trabajo.

5) Empezar otro proyecto y dejar de lado el proyecto en curso


Puedes tener varios proyectos a la vez siempre que logres cumplir con todos, pero no está bien sustituir o dejar de lado un proyecto empezado por otro nuevo, así nunca terminarás nada y desperdiciarás tu tiempo y recursos en algo que no culminarás.

6) Rodearte de elementos que te distraigan


En horas de trabajo aléjate de todo lo que pueda atrapar tu atención y retrase tu planificación, cosas como Starcraft, Plantas vs Zombies, redes sociales, y cualquier otro elemento que te distraiga, debe ser suprimido de tu ambiente de trabajo, podrás jugar en tu descanso. Eres adulto (quiero suponerlo), sabes lo que debes hacer pero te desvías y pierdes tiempo valioso, no permitas que eso suceda por ningún motivo.

7) Trabajar sin cumplir un horario


Debes tener un horario de trabajo, ser un esclavo de tu proyecto no es una opción muy inteligente. Necesitas distraerte y tener un momento de relax o te agotarás rápido. Procura tener varios recesos en el día.... y levántate de esa silla, no querrás tener problemas de circulación, dolores de espalda ni ojos irritados.

8 ) Terminar abruptamente un proyecto


No intentes terminar las cosas abruptamente. En ocasiones un proyecto puede no resultar tan sencillo como parece y, por querer terminarlo rápido, pueden pensar en suprimir fases y características. Esto es un grave error que no se debe cometer, es importante ser responsable con el proyecto y cuidar la calidad final del producto, puesto que si lo terminas pero queda mal nadie tendrá interés en él y sólo será una gran pérdida de tiempo y recursos. Recuerda, no habrá ninguna versión de lujo para incluir las características que planeas quitar si nadie se interesa por la versión estándar.

9) Emprender un proyecto sin los recursos necesarios


En ocasiones tenemos buenas ideas pero son tan ambiciosas que requieren de muchos recursos para su desarrollo. En estos casos, lo mejor es postergar el proyecto hasta conseguir los recursos necesarios puesto que iniciar algo que te tomará mucho tiempo y que probablemente no podrás terminar sólo te desmotivará y te apartará de otros proyectos más simples que sí estén a tu alcance. No obstante, no renuncies a tus buenas ideas, intenta conseguir los recursos necesarios, recuerda que siempre puedes buscar financiamiento o incluir personas que se interesen en el proyecto para que te ayuden a desarrollarlo.


De forma sintetizada esos 9 puntos representan las principales cosas en las que no debes incurrir al realizar tus proyectos. Ahora que el final del año se aproxima y seguramente te plantearás nuevas metas aprovecha para revisar tus ideas, analizar tu planes y determinar los proyectos que desarrollarás en el próximo año. Recuerda planificar y documentarte bien en el área que pretendas abordar.

¡Mucho éxito y felices fiestas a todos!