La mamá le dice a Pepito: "Mijo ve y vende el guanajo para comprar comida que no hay dinero."
Pepito se va a ver que hace. Cuando iba a cruzar una calle ve una puerta abierta y dice "A lo mejor me lo compran."
Va y entra y ve otra puerta abierta y entra por esa puerta, cuando de pronto se oye que la primera puerta se cierra. La mujer que estaba con otro hombre los mete a los dos en el armario porque había llegado el marido.
Ya dentro, en completa oscuridad, Pepito le dice al tipo: "Oye te vendo el guanajo."
"Yo no quiero ese guanajo."
"¡Si no me lo compras grito!"
"¿En cuanto me lo vendes?"
"¡500 pesos!"
"¡Estas loco!"
"¡Grito!"
"Ok ok ¡te lo compro!"
Al rato pepito le dice: "¡Oye te compro el guanajo!"
"Estás loco ¡pero si me lo acabas de vender!"
"¡Grito!"
Así pasa varias veces hasta que Pepito se va y al llegar a la casa le enseña el dinero y el guanajo a la madre, y ella le dice: "Pepito ¿Has robado? ¡Ven, vamos a la iglesia que tienes que confesarte!"
Al llegar a la iglesia Pepito le dice al padre: "Padre, he pecado."
"¿Qué has echo hijo mío?"
"Usted ve... iba a vender un guanajo..."
En ese momento el padre lo interrumpe y le dice:
"¡¡¡Pero vas a seguir con el guanajo!!!?"