Un ladrón desconocido envió un sobre con dinero a la tienda de herramientas de una familia del oeste de Pensilvania para pagar por un martillo que había robado hace décadas, dijeron el lunes los dueños del local.
El dinero llegó hasta la tienda Central Contractors Supply de Johnstown, Pensilvania, junto a una nota manuscrita que decía que la herramienta había sido sustraída hace unos 25 ó 30 años, explicó Lynne Gramling, dueña de la tienda junto con su padre.
"Sabía que estaba mal, pero lo hice de todos modos. Adjunto 45 dólares para pagar el martillo y un poco más por los intereses", señala la carta anónima, con fecha del 6 de diciembre. "Lamento haberlo robado, pero he cambiado mi forma de ser", agrega.
A pesar de que les han desaparecido muchos productos desde que la familia compró el local hace unos 50 años, ésta es la primera vez que alguien paga por un objeto robado, dijo Gramling.
La dueña de la tienda llevó el dinero a un centro comercial cercano, en el que su padre trabaja como voluntario del Ejército de Salvación.
"Fui y dejé el dinero", explicó, agregando que la cantidad era "realmente mucho mayor de lo que cuesta un martillo".
"Fue muy generoso", añadió.