Un médico llevaba a su hija de 4 años al preescolar. La niña tomó el estetoscopio que el doctor había dejado en el asiento del auto, y comenzó a jugar con él.
Enternecido y lleno de orgullo, el doctor pensó: "¡Vaya, mi hija quiere seguir los pasos de su padre!" Entonces, la niña habló hacia el instrumento: "Bienvenidos a MacDonald's. ¿Puedo tomar su orden?"