Al menos en modo de pruebas. Lo seguirán jugando once futbolistas por equipo pero no habrá límite de sustituciones, se introducirá la tarjeta azul de expulsión temporal, tiempos muertos, y lo más importante, la posibilidad de revisar las jugadas polémicas en una pantalla de video.
Sólo cuatro años separan a Brasil de organizar el Mundial de fútbol de 2014 y en el país sudamericano quieren modernizar el fútbol con nuevas reglas, algunas de las cuales ya han sido puestas en práctica en un partido amistoso con fines benéficos.
El evento, bautizado como Copa Inovaçâo, el primero de muchos de similares características que se disputarán en el país hasta 2014 enfrentó a un combinado del estado de Sâo Paulo contra otro de Rio de Janeiro y en él se pudo ver hacia dónde camina el fútbol del Siglo XXI.
Lo más novedoso fue el uso de las nuevas tecnologías para evitar los errores arbitrales. El colegiado del mismo, Sálvio Spinola Fagundes Filho, pudo ver en un monitor de televisión alguna de las jugadas más polémicas del encuentro antes de emitir su veredicto. En este caso, Mancini, técnico de del equipo carioca, pidió que la jugada del gol anotado por Dedé fuera analizada por el colegiado, sus asistentes, el cuarto árbitro, además de los capitanes. Tras el visionado, todos coincidieron sobre la legalidad de la acción y el gol subió al marcador.
Pero el experimento no quedó ahí, ya que también se puso a prueba la aplicación de la tarjeta azul (que obliga al jugador que la vea a permanecer durante diez minutos en el banquillo antes de poder volver a ingresar al terreno de juego), la posibilidad de que los entrenadores solicitaran hasta dos tiempos muertos de dos minutos de duración (uno en cada período de juego) y la no limitación de sustituciones (en la actualidad son tres cambios por equipo).
Fue sólo un primer test pero ya se dejan vislumbrar hacia dónde camina el deporte rey de los próximos años y su senda no es otra que el cerco a las jugadas polémicas.
Eurosport