Estimaciones preliminares del equipo de sigma de la reaseguradora suiza Swiss Re muestran que las catástrofes naturales y los siniestros causados por el hombre, han cobrado 260.000 vidas y han provocado pérdidas equivalentes a US$220.000 millones.
En el año 2010 graves catástrofes cobraron muchas más vidas que en el año anterior. Casi 260.000 personas perdieron la vida en 2010, comparado con los 15.000 muertos en 2009. El evento más devastador este año fue el terremoto de Haití, que arrasó con más de 222.000 vidas. Adicionalmente, alrededor de 15.000 personas fallecieron durante la ola de calor del verano en Rusia. Por su parte, las inundaciones en China, Pakistán y América Latina provocaron 6.225 muertes.
Las grandes catástrofes, le costaron al sector asegurador alrededor de US$31.000 millones, como consecuencia de catástrofes naturales, mientras que los siniestros causados por el hombre provocaron a su vez pérdidas por un monto aproximado de US$5.000 millones.
A modo de comparación, los daños asegurados ascendieron US$27.000 millones en 2009. Si bien los daños por terremotos fueron considerablemente superiores a la media, los daños totales se mantuvieron al nivel del promedio de 20 años debido a daños insólitamente bajos causados por huracanes en los Estados Unidos.
El evento más caro en 2010 fue el terremoto de Chile en el mes de febrero, con un costo de US$8.000 millones para la industria aseguradora, según estimaciones preliminares. El terremoto que azotó a Nueva Zelanda en septiembre acarreó unos costos de aproximadamente US$2.700 millones para las aseguradoras.
Por su parte, la tormenta invernal Xynthia en Europa Occidental, provocó daños asegurados equivalentes a US$2.800 millones. Los daños materiales a causa de la explosión de la plataforma Deepwater Horizon de BP en el Golfo de México se estiman en US$1.000 millones. Existe el riesgo de que la cifra total de daños asegurados será mayor, dado que las cifras incluidas en el sigma no incluyen los siniestros de responsabilidad civil. Asimismo, las inundaciones del mes de junio en Francia provocaron siniestros cercanos al umbral de los US$1.000 millones.