Elefantes:



Los elefantes no solamente son cazados para obtener marfil de ellos. También se les persigue por su carne. Un ejemplar de buen tamaño puede suministrar más de media tonelada de carne, lo cual hace que sea un lucrativo negocio para los cazadores. Esto, combinado con la popularidad de la carne de elefante en algunos lugares, hace difícil protegerlos de los depredadores (nosotros).


Gorilas:



Los gorilas son una especie en peligro de extinción, pero los habitantes de algunas regiones de África donde es costumbre comerlos no parecen muy interesados en ello. Comer gorilas y chimpancés es una tradición que continúa hasta nuestros días.


Gusanos de seda:



Los gusanos de seda son el principal ingrediente en algunos platillos muy populares en Corea. Originalmente comían larvas putrefactas, pero ahora se usan más los gusanos machos. La forma de prepararlos es variada, pero lo más habitual es que simplemente se les fría en aceite.

Hormigas:



Las hormigas son tradicionalmente comidas en algunos países. Se comen fritas u horneadas. Especialmente en Francia, donde pueden conseguirse en barras de chocolate.

Pez Globo:



Es extraño que algunas personas gusten de comer un pez tan venenoso que el menor error de chef manda al comensal al hospital o a la tumba. Dicen que es una delicia, pero no sé si vale la pena el riesgo.

Ratas:



No es sorprendente que en algunos lugares se coman a las ratas, siendo tan abundantes y, en honor a la verdad, tomando en cuenta que constituyen un buen aporte de proteínas. En Corea del Norte las comen, y los antiguos romanos también.

Caballos:



La carne de caballo es muy popular en algunos países, entre ellos Francia, donde hay carnicerías que se especializan en este tipo de carne. Cada año, la gente come unos 4 millones de caballos.

Perros:



En las naciones occidentales, la simple sugerencia de que los perros sean un alimento puede despertar furibundas reacciones. Sin embargo, no sucede lo mismo en Asia y algunas naciones del Pacífico Sur.

Tortugas:



Las tortugas eran un manjar en la época victoriana, pero debido al riesgo de extinción y la presión de algunos grupos protectores del medio ambiente y de los derechos de los animales, se han convertido en una especie protegida a lo largo y ancho del mundo. Algunas especies de agua dulce no están vedadas, pero poca gente las come. En Asia, como siempre, las cosas son distintas, y no es raro que las tortugas sean ilegalmente cazadas y comidas.

Arañas:



La simple idea de comer arañas puede resultar incómoda para la mayoría, pero en varios países del mundo las arañas son un platillo altamente apreciado. Camboya es uno de los países donde más se consumen, pero no es el único.