Un partido de ida y vuelta fue la despedida de naranjas y tiburones. El local no convenció en todo el semestre y la gran pregunta es si tiene con qué defender su lugar en primera en la promoción.

Tal vez el partido menos atractivo de toda la jornada fue el primero en tener un grito de gol. Junior abrió el marcado antes de los 5 minutos en un tacón hermoso de Giovanni Hernández, que tal vez fue el comienzo de su despedida del tiburón, cosa que se definirá en los próximos días y que es la principal noticia de Barranquilla, ciudad del campeón pero que no tendrá fiesta futbolera en este final de año.

Envigado, una vez más, mostró la tristeza de su torneo. El equipo de Pedro Sarmiento jugará con justicia la promoción contra el subcampeón de la B y este juego, el último del campeonato regular para los naranjas, perfectamente podría ser el último en la A pues el nivel del equipo es pobrísimo y no tendría nada de raro que el segundo mejor de la segunda se lo lleve por delante.

Pero claro, Junior tampoco es que sea una maravilla este semestre. Por algo el gran fracaso de la eliminación anticipada, y por algo Jorge Horacio Serna igualó el juego poco después del minuto 20 tras una bola quieta de Nédier Morantes que encontró solo, sin marca activa, al 'Camello'.

El 1-1 mostraba un juego entretenido entre dos equipos que no tenían nada qué perder y que ofrecían el espectáculo de la falta de angustia. Pero también dejaba claro el bajo nivel de dos escuadras eliminadas.

Por eso no tuvo nada de raro que Junior pusiera el segundo antes de que terminara el primer tiempo con un toque tranquilo de Víctor Cortés ante una escapada de Luis Carlos Ruiz que tiró el balón al área en donde el 'Curo' sólo tuvo que tocarla.

El segundo fue igual; entretenido pero sin trascendencia. Envigado empató al minuto 15 con un tiro penal sancionado por falta sobre el 'Chumi' Alvarez. El ejecutor fue Néider Morantes que, como es su costumbre, no falló.

Lo curioso es que otro penal, este en el minuto 38, era el definitivo para desequilibrar un juego que estaba igualado por lo bajo, pero en vez de que lo cobrara Morantes Juan Quintero tuvo la oportunidad y mostró por qué es que el primer cobrador es Néider. Mejor dicho, pésimo cobro y 2-2 en el tablero.

Así se fue el juego, igualado, con gracia pero sin picante. Envigado ya tiene que empezar a pensar en su duelo de vida o muerte por la promoción y Junior, en medio de un extraño vendabal de rumores que van y vienen, tiene que definir su futuro pues le quedan tres meses para debutar en la Copa Libertadores 2011.