Ver Mensaje Individual
Antiguo 11-11-2010 , 15:10:12   #17
Ba‘al Z'vûv
Denunciante Constante
 
Avatar de Ba‘al Z'vûv
Me Gusta
Estadisticas
Mensajes: 2.428
Me Gusta Recibidos: 1000
Me Gustas Dados: 654
Ingreso: 28 oct 2008

Temas Nominados a TDM
Temas Nominados Temas Nominados 1
Nominated Temas Ganadores: 0
Reputacion Poder de Credibilidad: 34
Puntos: 35069
Ba‘al Z'vûv Es un dios del foroBa‘al Z'vûv Es un dios del foroBa‘al Z'vûv Es un dios del foroBa‘al Z'vûv Es un dios del foroBa‘al Z'vûv Es un dios del foroBa‘al Z'vûv Es un dios del foroBa‘al Z'vûv Es un dios del foroBa‘al Z'vûv Es un dios del foroBa‘al Z'vûv Es un dios del foroBa‘al Z'vûv Es un dios del foroBa‘al Z'vûv Es un dios del foro
  
Predeterminado Respuesta: el nerd y la porrista 5

Y yo simplemente no le podía quitar la vista de encima.


Ver ese hermoso rostro apretándose contra mi sexo, devorándome…. Uff, me había acelerado muchísimo. Sentí un delicioso calorcito recorriendo todo mi cuerpo, aumentando mi temperatura un par de grados más, mientras Claudia obedientemente seguía concentrada en su amorosa labor, sin detenerse ni un segundo.

"Ah..." Gemí nuevamente, sonriendo ligeramente al sentir un toquecito en mi clítoris.

Y entonces Claudia abrió los ojos y me sorprendió espiándola. Con mucha pena volteé rápidamente a otro lado.

"¿T.te gusta… verme, Meg?" Pregunto sensualmente.

"No... bueno… s.si..." Dije con la cara roja de vergüenza, mientras poco a poco volvía a verla a los ojos. "Si… me gusta."

"A… a mí también me gusta. Mírame a los ojos… ¿Ok?"

Y obedecí.

Mis ojos se clavaron en los suyos mientras Claudia desabrochaba los hilos de mi bikini, quitándomelo. Y entonces comenzó a darme largas y lentas lamidas por mis hinchados labios, terminando siempre con un simpático toquecito en mi clítoris.

"AAAAAAAAhhhhhhh….." Cerré los ojos y puse una carita de angustia, arqueando la espalda. Con desesperación jalé las sabanas de mi cama, mordiéndome un labio para no gritar en éxtasis. Claudia estaba yendo directamente por su premio, y a este ritmo lograría hacerme venir en segundos.

Y de repente paso algo tremendo…

Alguien tocó la puerta de mi recamara: ¡Toc, toc!

"¿Hija? ¿Está todo bien?" Pregunto mi Mama con preocupación desde el pasillo.

"S.si, Mami... t..todo está bien. No pasa nada... "Respondí con muchísimos apuros, mientras Claudia seguía atacando sin piedad a mi delicado botoncito. Traté de separarla un poco de mí, pero fue imposible.

"¿Segura? ¿Está todo bien con tu amiga?" Preguntó mi Mamá de nuevo.

Con angustia vi a mi "amiga" sujetándome con fuerza de la cintura, apretando su rostro contra mi sexo de una forma brutal. Era evidente que no se despegaría por nada en el mundo de su exquisito postre. Y vi con muchos nervios que la puerta de mi recamara no tenía el seguro puesto. Si mi Mama entraba vería una escena terrorífica…

Aquí estaba yo, acostada en la cama con las piernas en el aire y la cara de Claudia entre ellas.

Oh Dios. Por favor, que no entre o le va a dar un infarto.

Y así pasaron varios tensos segundos, hasta que finalmente…

"Bueno, niñas, las dejo… Pero no hagan tanto ruido. ¿Ok?" Dijo mi Madre y aliviada oí como bajaba las escaleras de la casa.

"Uff… que susto, casi pensé que nos descubriría." Le dije a Claudia con una risita coqueta.

"Si, hubiera sido muy incomodo, Meg. Sobre todo por lo que te estoy a punto de hacer…"

"¿Q.que?"

Claudia chupo sugestivamente su dedo medio frente a mí y sin pedirme permiso ni nada lo bajó hasta sentí como presionaba mi ano ligeramente. Y al ver mi cara de sorpresa aprovechó para metérmelo poco a poco.

"¿A..Claudia? ¿Qué...haces…? N.no…oh Dios… uf…¡P.por ahí n.no!… ahh…" Apreté las sabanas con fuerza, mordiéndome los labios.

Y mi voluntad desapareció...

Me retorcí de la forma más lujuriosa sobre la cama mientras su boca volvía a apretarse agresivamente contra mi sexo y mi ano era bombeado por su cruel dedo. Y entre mil gemidos y jadeos pude ver que el plan de Claudia era llevarme al más intenso orgasmo de mi vida, ya que cada vez que estaba a punto de venirme…
Ella se detenía, cortándome la inspiración.
Era como una montaña rusa que subía y subía sin parar, y la caída sería terrible. Y así me fue trabajando por 10 minutos más hasta que llego el punto en el cual me tenia temblorosa, empapada y dispuesta a matar por venirme.
"P..por favor, Claudia….l.lo necesito..." Suplique entre gemidos.

"Pero… si apenas llevamos 10 minutos, Meg.. faltan 5 mas.." Respondió con una risita, lamiéndome suavemente con su lengua rasposa. "Además, sabes muy rico. No quisiera dejar de comerte nunca."

Y su dedo aceleró brutalmente sus movimientos contra mi ano, haciéndome saltar.

"AAhhhhhh…..p..por favor... Claudia, ..n.necesito sentir.. ¡Ya!..Mmmm.."

"Bueno... lo hare pero si me das algo a cambio…"

"S..si, lo...que sea...d.dime… ahh….."

"Que me des otros 20 minutos…"

"S..si, si… "Dije cerrando los ojos, aliviada por lo fácil que parecía el trato. 20 minutos más de dejarme querer....

"Y quiero que me des tu bikini al terminar…"

Con una expresión de angustia dije que si también. A pesar de que este bikini era carísimo, si ese era el precio a pagar por más placer pues adelante. Y apenas termine de decir eso…

La boca de Claudia dio el golpe final.

Con una succión increíble, casi dolorosa, sus labios formaron una "O" alrededor de mi clítoris y su lengua comenzó a darle toquecitos rápidos. Eso mientras su dedo bombeaba mi culo a una velocidad de miedo.

"AAAAAAAAAAAAAAAAAhhhh….MMMMMMMMmmmmm" Una exquisita oleada de calor orgásmico se originó entre mis piernas y recorrió violentamente todo mi cuerpo, sacándome el aire, mientras yo me retorcía en la cama y un par de lagrimas resbalaba por mis mejillas.

"A.asi, Meg...así…" Dijo suavemente Claudia mientras se bebía mis jugos, sin detener su lengua nunca.

Todo mi cuerpo temblaba, pero justo cuando parecía que el placer bajaría de intensidad la boca hambrienta de Claudia y su dedo lograban llevarme de nuevo a la cúspide. Era algo exquisito, sublime y delicioso, y entre gemidos y jadeos fui perdiéndome en un mar de sensaciones eróticas hasta que después de varios segundos quede completamente exhausta.

Y debilitada hasta el extremo baje lentamente mis piernas hasta que estuvieron en los hombros de Claudia, mientras las deliciosas contracciones en mi coño perdían poco a poco su intensidad. Unas gotas de sudor resbalaron por mi rostro, y entonces con mucha dificultad voltee a ver de nuevo lo que sucedía en mi coño.

Y Claudia seguía ahí, con la cara empapada por completo, frotando su nariz entre mis vellos mientras sonreía tiernamente.

"¿Te...gustó, Megan?" Preguntó con una cara de ilusión.

"Uf... s.si.. Claudia, si.. No estuvo tan... mal como pensé...”

Claudia se rio suavemente. "Y eso que aún faltan 25 minutos más…."

"Uff…." Respire profundamente, sonriendo. "Se siente... delicioso."

"G.gracias, Meg... n.no sabes cuánto tiempo soñé esto."

Mi vanidad entro inmediatamente en modalidad DIVA. "¿Ah…si?"

"Si. Siempre que te veía salir a tus porras, o asoleándote o hasta en misa, cuando vas con esas falditas, yo…"

"Ah, ¿Me has estado espiando entonces?" Dije de forma juguetona.

"N.no, no... yo solo… es que tu eres muy bonita. Y siempre quise... hacer esto."

Cerré los ojos mientras ponía una expresión picara. "Creo que ya estoy lista, Claudia… sígueme comiendo..."

"S.si... " Respondió ella con una sonrisa tímida, y acto seguido su boca volvió a pegarse descaradamente a mi sexo. Pero esta vez ya no tenía yo ningún complejo o duda. El que otra mujer me estuviera comiendo me había encantado, y en mi mente solo estaba el hecho de que Claudia pasaría mucho tiempo en mi recamara a partir de ahora.

Si, sin duda, pensé con una sonrisita. La llamaré a cada rato.

Y con un gemidito tierno me entregué de nuevo al placer…



*** Una hora después ***



Las cosas habían cambiado bastante. Ahora Claudia era la que estaba acostada en la cama, boca arriba, mientras yo me sentaba en su cara y mis manos se recargaban firmemente en su cabeza.

"Megan... ya no puedo...m.mas.. me duele la boca.." Dijo de repente Claudia desde abajo, con una mirada de angustia. La pobre había estado comiéndome más de una hora seguida y tenía la cara completamente empapada y pegajosa, con algunos de mis vellos en el rostro.

"Uf… si, tienes razón. Ya fue mucho." Dije mientras me restregaba descaradamente una última vez contra su cara, sintiendo las débiles contracciones de un orgasmo que lentamente moría. Entonces puse una carita simpática y me levante con cuidado, dando un coqueto saltito al suelo. Claudia se incorporo poco a poco, agarrándose la mandíbula con una mano mientras ponía una expresión de ligero dolor.

"Auch… -Dijo mirándome con una cara de felicidad- Me duele un poquito."

Nos reímos las dos un poco por lo ocurrido, y entonces tome unos Kleenex de mi buró y lentamente le limpie el rostro, dejándola como nueva.

"Ya, estas limpiecita Claudia. No me gustaría que mis papas te vean salir de mi recamara con mis jugos en la cara…"

Ella se rio un poco ante eso y entonces se levanto de la cama y recogió la parte de de abajo de mi bikini del suelo. Y al ver su cara comprendí que necesitaba que le diera también la parte de arriba, así que con un movimiento simpático me lo quite y se lo di. Ella los guardo rápidamente en una bolsa de su falda y se me acerco para darme un tierno beso en la mejilla.

"G.gracias, Meg…" Dijo apenada.

"De nada. Fue muy divertido." Dije cerrándole el ojo, acompañándola hasta la puerta. Pero justo cuando estaba por salir le dije:

"¿Claudia?"

"¿S.si, Megan?"

"Hm.. ¿Tienes algo que hacer mañana en la noche?"

"Bueno, iba a estudiar para el examen, y…"

"Si, es que.. ¿Sabes? Me gustaría que vengas mañana para ayudarme a… bueno, a que me ayudes con una tarea."
"¿Una tarea? ¿De Matemáticas?"
"No, tontita. ORAL."

Claudia se sonrojo muchísimo. "Ah sí, que tonta yo. Aquí estaré."

"¿Segura? No quisiera que tus calificaciones bajen por mi culpa ehh... "

"S.si, segura. Solo tienes que hablarme y aquí estaré, Meg. Siempre que... lo requieras. ¿Va?"

"Va…" Dije con una expresión coqueta.

Y con eso nos despedimos.

De un salto me acosté en la cama, muy emocionada, pensando en lo que acababa de suceder. Me había fascinado la experiencia de ser comida por una mujer, y ahora cada que necesitara una boca dispuesta solo tenía que llamar a Claudia y estaría en un minuto en mi recamara, lista para comerme todo el tiempo que yo quisiera.

Sin duda, este regalo de Mateo había sido increíble. Y era tanta mi emoción que ya ni me molestaba el collarcito, que seguía apretado contra mi cuello.


Y así, sin poder pensar en nada mas…
Me fui quedando dormida… Soñando en que mañana vería al maldito nerdcito.

Mi Mateo…

Ba‘al Z'vûv no está en línea   Responder Citando
 
Page generated in 0,11006 seconds with 11 queries