Un Artículo del (mal) Humorista: Daniel Samper Ospina
Es urgente salvar al Alcalde y clamar porque Uribe se lance. La ciudad no puede desviarse del curso que tomó con los Moreno.
No es la primera vez que defiendo al alcalde Moreno y estoy dispuesto a hacerlo las veces que sea necesario. Sobre todo ahora, cuando es víctima de una persecución política similar a la que padece el gran filósofo José Obdulio Gaviria. Pobres: a todos los persiguen. Pero no podrán amilanarlos: los hermanos Moreno, con gran decencia, ordenaron que una comisión los investigara. Parece que les encantan las comisiones.
Pero los defiendo. Si los testimonios que hablan de corrupción en el Distrito son ciertos, me parece que los implicados salen bien librados. Al fin hay corruptos de buenos colegios, corruptos decentes en los que se puede confiar. De Iván Moreno dicen que pidió un 6 por ciento por asignarles un contrato a los Nule. Si eso es así, lo aplaudo: he ahí un caballero, un hombre austero y considerado con las finanzas del Distrito. Cualquier otro pide el 10 por ciento, que es lo que se acostumbra.
No obstante, la ciudadanía, ciega, critica a los Moreno despiadadamente, mientras los demás políticos se lavan las manos: ¿dónde está el samperismo para responder por el trabajo de Yuri, incluyendo sus últimas baladas? ¿Dónde César Gaviria, dónde los de La U? ¿Y por qué los ciudadanos son tan duros con Samuel? ¿No les parece despectivo e insultante con doña María Eugenia, con Liliana Pardo, decir que en la Alcaldía hay coimas?
Bogotá está en riesgo. Es urgente no solo salvar al Alcalde, sino clamar para que el doctor Uribe se lance a la Alcaldía. La ciudad no se puede desviar del curso que tomó con los Moreno. Porque no lo duden: Uribe es la continuación de los Moreno. Samuel quiere a Uribe porque le recuerda al abuelito. Y ambos comparten formas de gobernar, cuotas políticas, amigos contratistas.
Digan lo que digan los terroristas que lo critican, para mí el ex presidente Uribe siempre será el número uno. Para mí y para varios detectives del DAS que, según dijeron en El Espectador, se referían a él con ese santo y seña: "El número uno está capando un potro en la finca, pero manda a felicitarlos"; "el número uno está diciéndole a Tomás que se saque las manos del bolsillo, pero les manda a decir que muy bien". ¿De verdad creían que nadie iba a darse cuenta de quién hablaban? ¿No podían esforzarse un poco más, como las Farc con Teodora?
-Hablemos en clave por si nos oyen -decía el detective-: ¿A dónde va?
-A la Casa de Nari -respondía el ex paramilitar jurando que nadie entendería.
-¿Y eso?
-A hablar con el número uno, pero no he podido porque está tomándose un tinto sobre una yegua -decía, cuidadoso.
-¿Y qué quería, que se estuviera rascando los tres huevos?
- Pero entonces, ¿qué hago, a quién 'chuzo'?
-No sé: pregúntele a algún ministro, al número cuatro, por ejemplo -ordenaba el ex para.
-¿Ese es el que parece un perrito faldero?
-No, ese es el 3,1416...ncher Arias.
-¿O cuadro mejor con Mario Uribe?
-¡Chito! ¡No diga nombres: hable en clave!
-Digo, ¿cuadro con 'el número primo'?
-No. Mejor con el senador de la U, el lagarto.
-¡Uy!, ahí sí me corchó. ¿Cuál de todos?
-Mmmmmm -duda el detective-. ¡Ya sé!, ¡con el narizón!
¿Puede ser serio un gobierno que maneja las claves de esa forma tan mediocre?
Sin embargo, votaré por Uribe si aspira a la Alcaldía. Y también por su hijo Jerónimo si se lanza al Concejo, para que pueda reasignar los contratos de las basuras, eximir de impuestos a los bares de moda y convertir la Zona Rosa en zona franca.
Hay varias ventajas en que el doctor Uribe sea alcalde. La primera es que no le quedaría tiempo para usar el Twitter. No lo neguemos: Uribe en Twitter es lamentable. Se supone que los mensajes deben tener un máximo de 140 caracteres, pero ¿para qué son las reglas sino para quebrarlas por el bien de la patria? De ahí que el ex presidente se mande comunicados de miles de caracteres, los cuales, por cansancio, termina escribiendo con unas caprichosas abreviaturas que lo hacen quedar como un boqueto: "Valncia copte mentroso trorrista".
Lo imagino encerrado en la estación de Policía, ya loco del todo, pegado a la pantalla del único PC que soporta, que es el suyo, mientras manda pastorales interrumpidas cada 140 caracteres, a través de su Twitter. Como todo papá, debe escribir con los dos dedos índices. Es lo que, en su caso más que en cualquier otro, se conoce como 'chuzografía'.
Hay buenos candidatos a la Alcaldía. Yo votaría por William Vinasco, para depurar el periodismo deportivo. Hombre fino y elegante, instaló un jacuzzi en la sala y allí podrían llevarse a cabo las reuniones de crisis para, ahí, ver a la doctora Clara López en vestido de baño. Ella también es una buena opción. Desde Andrés Pastrana no tenemos un alcalde con bigote, y este es buen momento.
Pero nadie iguala al doctor Uribe y a todo su equipo, aun su equipo de interceptaciones. Puede ser que traslade la sede de gobierno a Las Acacias, para sentirse más cómodo; que ordene sacar las bestias y las nombre, una vez más, en el gabinete distrital. Pero a través de la Alcaldía hay una comunión entre el Polo y La U. El cacerolazo podría hacerse con los tres huevos de Uribe. Y el ex presidente garantiza la continuidad, si no de esta administración, al menos la de algunos contratistas. Y eso ya no hay cómo pagarlo. Ni siquiera con el 6 por ciento.
Tomado de Semana