Aplicando los avances de la tecnología, los científicos estadounidenses habían inventado una máquina que atrapaba ladrones. Luego de ciertas pruebas, los gringos deciden comprobar en distintos países la eficacia de la máquina y la mandan por primera vez a Chile. En menos de 10 minutos la máquina había atrapado 500 ladrones.
Muy a gusto, los yanquis la envían a Uruguay; en menos de 15 minutos la máquina había atrapado 1000 ladrones.
Completamente seguros de su eficacia, la envían al mercado central de Argentina... La desgracia fue que no habían pasado ni cinco segundos cuando ya se habían robado la máquina.