La junta gobernante de Mianmar organizó una fastuosa ceremonia de bienvenida para un elefante blanco a su llegada a la capital, informaron medios estatales el viernes.



Los elefantes blancos, en realidad albinos, han sido venerados durante siglos en Mianmar, Tailandia, Laos y otros países asiáticos. Normalmente han sido mimados por los monarcas y son considerados símbolos de la prosperidad y del poder de la realeza.

El elefante, de 18 años de edad, fue capturado el mes pasado en la selva del estado noroccidental de Rakhine. Es el quinto capturado en los últimos años en el país.

El animal, de 2,34 metros de altura (7 pies y una pulgada) fue llevado inicialmente a Rangún, la antigua capital y la ciudad más grande de Mianmar. Allí fue rociado con agua perfumada durante una ceremonia en la Pagoda Uppatasanti, una réplica de la famosa pagoda de Shwedagon.

El jueves, a su llegada a Naypyitaw, la capital, el elefante fue recibido por una multitud de altos dirigentes invitados a la ceremonia real.

El acto coincidió con la develación de una nueva bandera nacional y un nuevo nombre para el país conocido previamente como Birmania, que pasará de "Unión de Mianmar" a "República de la Unión de Mianmar".

El anuncio fue hecho dos semanas antes de unas elecciones que el gobierno llama un paso importante en la transición a la democracia, pero que los críticos califican de una farsa.