los bufones que divertían a los reyes tenían una lengua mordaz que les granjeaba muchos enemigos pero su sentido del humor era asombroso. Un día Francisco I de Francia le dijo al famoso bufón de la corte Triboulet:
-Si alguien se atreve a matarte, lo haré ahorcar un cuarto de hora después.
A lo que el bufón enseguida respondió:
-Su Majestad, preferiría que lo hiciera ahorcar un cuarto de hora antes!