Los desórdenes se produjeron tras la muerte de un hombre en el sector de La Silla.
Esta zona periférica es patrullada por el Ejército, con el fin de contrarrestar la acción de bandas delincuenciales que extorsionan al transporte y el comercio y manejan las plazas de vicio.
El comandante de la Cuarta Brigada, general Alberto José Mejía, indicó que hacia las 4:30 p.m. de este lunes los soldados estaban en esa misión cuando observaron a un hombre que pretendía atentar contra un conductor de bus con un revólver calibre 38.
Acto seguido, añadió el alto oficial, el sujeto trató de huir del lugar y en la fuga les apuntó a los uniformados.
Ahí se produjo la reacción de uno de ellos ocasionándole una herida en la cadera al presunto sicario que fue llevado por sus vecinos a un hospital, donde falleció.
De inmediato, una muchedumbre de unas 80 personas se abalanzó contra los soldados con piedras y palos.
Hasta el cierre de esta edición el muerto no había sido identificado y el arma había desaparecido. Según el Ejército, la misma gente que protagonizó la turba se la llevó.
En la refriega dos soldados resultaron con lesiones.
"Estamos en un mundo al revés, donde el Ejercito está tratando de prestar seguridad en las zonas más álgidas y no ve apoyo de la comunidad para que luego se pueda judicializar como es debido a estos delincuentes", dijo Mejía.
En este mes es la cuarta asonada que se presenta en las comunas de la capital antioqueña. De acuerdo con las autoridades, este sería el nuevo método empleado por los grupos delincuenciales para atacar a sus enemigos y repeler a la Fuerza Pública.
"La gente está molesta, furiosa, pero a la hora ya la situación está controlada", dijo por su parte el subsecretario de Apoyo a la Justicia de la Secretaría de Gobierno de Medellín, Jorge Ceballos.
Lo dicho, en estos barrios la cultura criminal esta generalizada. La erradicación debe empezar cuanto antes.
MEDELLÍN