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Antiguo 17-08-2010 , 18:12:15   #2
MoThErFuCkEr
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Predeterminado Respuesta: ...... los 11 enigmas mas grandes de la historia...

5-El ángel del Mons

En los inicios de la Primera Guerra Mundial, las tropas británicas en apoyo de Francia defendieron la frontera belga de la ofensiva alemana; pero la fuerza del ataque hizo a los aliados retroceder en dirección a París a través del Mons, en un movimiento desesperado antes que fueran aniquilados por los germanos.

La retirada del Mons fue dura y sangrienta. Entre los combatientes estaba el regimiento de Coldstream, cuyos hombres serían partícipes de uno de los episodios más misteriosos de la historia militar en el mes de agosto de 1914. Con la mochila en las espaldas y arma en mano, los soldados tuvieron que retroceder rápidamente a sabiendas que eran los últimos en partir teniendo a los alemanes tras ellos. De repente y obligados por las circunstancias entraron en un tupido bosque justo cuando la neblina cayó ante ellos. Habían sido víctimas de una trampa que podría ser mortal.

Cuando se hizo de noche habían perdido contacto con el resto de su ejército. El comandante ordenó detener la marcha y esperar hasta el día siguiente; aunque se enviaron a dos patrullas a buscar una salida, pero sin éxito. El regimiento de Coldstream necesitaba de un milagro para que los alemanes no los encontraran, sino serían presa fácil de sus armas.

Es aquí cuando surge la leyenda. Los soldados McAllister y Brown conversaban quejándose de la mala suerte que tenían y de lo que les esperaban. De pronto, detrás de los hombros de Brown, McAllister vio un gran resplandor en el cielo. Ambos observan la luz, que empezaba a tomar forma humana. Una figura alta y delgada de largos cabellos, con una cinta dorada en la frente y una túnica blanca le cubría el cuerpo. Calzaba sandalias, y lo más notorio, llevaba dos alas. Era un ángel.

McAllister mandó a Brown llamar al comandante; éste camina sin poder sacar la vista del resplandor. Luego el ángel levantó su brazo y apuntó al regimiento haciéndole señas para que lo sigan. Al llegar Brown le contó sobre la aparición al comandante, y aunque éste no le creyó decidió acompañarlo junto con otros oficiales hacia donde estaba McAllister. El comandante miró la imagen totalmente absorto, mientras ésta le hacía la misma seña para que sus tropas lo acompañen.

El oficial le ordenó al ángel que se identifique, pensando que podía ser una trampa. Éste no respondió, siguiendo con la seña de seguirlo. Sin nada que perder, el comandante ordenó al regimiento levantarse y seguir la luz. Era el mismo camino que la patrulla había recorrido sin encontrar nada. Sin embargo decidieron seguir la marcha con el aliento del mismo ángel... hasta que encontraron la salida. Antes que los soldados terminaran ver el horizonte o de creer lo que había ocurrido, el ángel desapareció.

El regimiento de Coldstream pudo reunirse con su ejército para la defensa del Marne, en septiembre de ese mismo año. Nunca se pudo hallar aquel camino de nuevo ni se pudo explicar de forma lógica aquel suceso. Si fue producto de la histeria colectiva o una aparición divina, lo cierto es que aquellos soldados que estaban condenados a morir, vivieron para contar esta historia.






6-El enigma del zar Alejandro I

El zar Alejandro I llegó al poder luego de patrocinar el asesinato de su padre, Pablo I, algo bastante común en la Rusia zarista.

Alejandro I se distinguió del resto por su influencia conservadora y su educación liberal. A pesar de sus conflictos internos, otorgó la liberación de los siervos y la cesión de algunos derechos que 200 años después serían la base para la Revolución Rusa. Pero su mayor acción la tuvo en las Guerras Napoleónicas.

Primero pactó con Napoleón y terminó luchando contra él en las inmisericordes estepas rusas. Al final, casi enloquecido por las terribles pérdidas sin ganancia, se ganó el odio de sí mismo. Por eso fue que al anunciarse su muerte en 1825 muchos pensaron que era un truco para alejarse del poder.

Se dice que Alejandro I se convirtió en un monje ermitaño de nombre Fedor Kursmitsch. La historia de la supuesta muerte fue olvidada y todos lo tomaron como cierto. El enigma volvió a la luz en 1917.

La Revolución Rusa había terminado con el zarismo en el país más extenso del mundo. En ese entonces se ordenó abrir todas las tumbas de los zares, entre ellos el de Alejandro I. No se halló ningún cadáver.





7-El ultimo vuelo de Amelia Earhart

Amelia Mary Earhart nació el 24 de julio de 1897 en Atchison, Kansas. Desde pequeña demostró ser diferente al resto. A los 24 años inició su pasión por una actividad que estaba en pleno crecimiento, la aviación. En pocos meses aprendió a volar y se propuso ser la primera mujer en lograr aquellas hazañas que hasta entonces sólo lo habían hecho los varones.

Paradójicamente se hizo conocida por recorrer los Estados Unidos en auto. Aún así, se las ingenió no sólo para volar sino para promocionar la aviación entre las mujeres. Tras esto, se le abrieron las puertas para poder cruzar su país en avión. Para entonces ya era la mujer más famosa de Norteamérica.

El 20 de mayo de 1932 cruzó el Atlántico. Luego de volar de Hawai a California, programó su viaje más osado: dar la vuelta al mundo.

Luego de un fallido intento por errores en el avión, Amelia decidió cambiar los planes de vuelo de oeste a este. Así, el 1 de junio de 1937 Earhart y su acompañante Fredrick Noonan en el Lockheed Electra 10E partieron desde Florida en busca de la más grande hazaña de la historia de la aviación.

La ruta sería Florida, San Juan, Puerto Rico, Venezuela, Brasil y de ahí al África y el Mar Rojo. La expedición logró una nueva hazaña al unir sin escalas el Mar Rojo y la India. De ahí volaron a Rangoon, Bangkok, Singapur y Bandoeng. Un monzón impidió seguir el recorrido por algunos días, que fue aprovechado para realizar algunas reparaciones especialmente en los instrumentos de navegación.

El 27 de junio el Electra volvió al cielo llegando hasta Port Darwin, Australia. Aquí se hizo un mantenimiento a la nave para el viaje más difícil: cruzar el Pacífico. Cuando llegaron a Lae, Nueva Guinea, se hizo obvio el resquebrajamiento de la salud de Amelia por la disentería que contrajo en Bandoeng. Pero ya había recorrido las 3/4 partes del vuelo. No había marcha atrás.




A las 00 horas GMT del 2 de julio de 1937 Amelia y Noonan partieron de Lae con 1000 galones de combustible, que permitían una autonomía de vuelo de hasta 21 horas. A las 07:20 horas GMT, Amelia transmitió un reporte que ubicaba a su avión a unas 20 millas al suroeste de las islas Nukumanu.

El viento soplaba a 12 millas por hora más que antes de partir, y al parecer la tripulación del Electra no se había dado cuenta de ello. A las 8 fue la última comunicación con Lae, reportando que iba en curso de las islas Howland. El Itasca, buque guardacostas estacionado en las islas Howland, tenía como misión mantener comunicación con el Electra. Amelia era una gran piloto pero también una inexperta en comunicaciones de radio. Éstas las hacía en muy cortos períodos, insuficientes para determinar su posición.

Al caer la noche, el Itasca buscaba por todas las frecuencias la posición del Electra sin éxito. A las 7:30 pm Amelia envió su último mensaje, un desesperado llamado de auxilio al no poder encontrar las islas, con el avión casi sin combustible. Nadie supo nada más de aquel vuelo.

Dos horas después el Itasca concluyó que el avión cayó por falta de combustible. Aunque las misiones de rescate duraron 15 días, no se halló resto alguno del avión ni de los tripulantes. Este caso sin resolver trajo muchas teorías (varias de ellas testimoniadas) de los últimos momentos de Amelia Earhart.

La versión más creíble y fantástica a la vez fue la captura de Earhart y Noonan por parte de los japoneses, cuando en los últimos restos de combustible lograron encontrar unas islas aterrizando de emergencia. Varios testigos afirman (esto es sólo una teoría no comprobada) que ella y su acompañante fueron llevados a un campamento militar, del cual fueron desvestidos e interrogados, siendo al día siguiente ejecutados en un paraje de la selva. Otros testigos dicen que el avión fue llevado a otra isla y luego incinerado.

Otra teoría que se desprendió de ésta (luego desechada) fue que Earhart fue obligada a transmitir mensajes contra las tropas americanas con el seudónimo de la "Rosa de Tokio" durante la Segunda Guerra Gundial. Quizá una teoría más realista fue el aterrizaje adrede del Electra al mar, a sabiendas que podrían sobrevivir unas horas con el avión a flote. El punto débil de esta afirmación es que ni siquiera se hallaron rastros de los botes salvavidas, ya que es impensable suponer que no los utilizaron al ser éstos su última esperanza de permanecer con vida.

Hasta hoy no se sabe a ciencia cierta lo que pasó en las últimas horas del 2 de julio de 1937, sin duda uno de los misterios más grandes de la historia de la aviación.






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