Este fue un accidente extraño. Ocurrió en la 23ª vuelta del Gran Premio de Sudáfrica de 1977. El piloto Renzo Zorzi detuvo su auto en plena recta, de repente su coche comenzó a arder y el piloto salió sin mayores consecuencias. Tras ese percance, dos comisarios deportivos cruzaron la pista con extintores para apagar el fuego, sin advertir que el monoplaza de Pryce pasaba por allí. El golpe fue terrible, un comisario, Jansen Von Vuuren, fue destrozado por el bólido y murió en el acto, a la vez que el extintor que llevaba golpeó a Tom Pryce en el casco a 270 km/h, falleciendo al instante.
El cadáver del comisario, quedó tan seriamente dañado, que fue identificado porque el director de carrera hizo llamar a todos los trabajadores de la pista, descubriendo entonces que Jansen Von Vuuren no estaba entre ellos.