¿Virtud o defecto? ¿Cuando dices la verdad sientes que te equivocas al hacerlo o por el contrario te sientes bien y libre de culpas?
Mentir o no mentir es una decisión que todas tomamos a la hora de actuar bajo los parámetros de la verdad. Para ser sinceros se necesita más que buena actitud, pues es necesario tener la convicción de que la sinceridad es un valor que se caracteriza por ser permanente en cualquier momento y lugar.

Las famosas mentiritas blancas
¿Tú eres de las que soluciona los problemas con las famosas mentiritas blancas?. ¡Mucho cuidado, no hay nada blanco que sea una mentira!. Creemos que hay cosas de baja importancia que pueden ser cubiertas con las susodichas mentiras piadosas o mentiras blancas y eso es seña de estar en graves problemas.

Lo peor de todo no es la mentira pequeña o blanca, sino que con el tiempo se irán juntando éstas en mentiras más grandes para poder cubrir las falsedades dichas con antelación.

No aparentes lo que no eres
Quisiéramos tapar el cielo con las manos y ocultar cosas que sentimos, sin llegarnos a imaginar que no existe algo más perjudicial que demostrar actitudes ajenas a nuestra real manera de ser y de actuar.

¿Alguna vez has demostrado una personalidad ficticia?. “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”. ¿Creerías entonces que la sinceridad es un defecto más que una virtud?. Recuerda que el mostrarnos como somos nos hace más claras y personas más confiables para quieres nos rodean.

Se trata de un acto de valor
¿Le dirías a tu mejor amiga que su look está terrible si así lo fuera?, o por el contrario ¿le dirías que está bellísima así no lo estuviera?. Para ser sinceras se necesita más que valor, pues la persona que es sincera realmente dice la verdad en cualquier momento, a pesar de que le cueste y hasta comprometa sin temor al qué dirán.

Asegura la amistad de las personas que quieres con actos de sinceridad, recuerda que éste es uno de los valores que más buscamos en las personas cuando de escoger se trata. Piensa por un momento que no hay necesidad de decir tantas mentiras para sentirnos bien o para reflejar ser personas de bien, e impone la verdad en tu vida por encima de cualquier cosa.