Don alcapone, respetando muchísimo tu criterio quiero decirte con todo cariño que no debes asombrarte por nada. Porque lo que a tí te parece tan raro a otros nos complace inmensamente y lo hemos hecho por muchos años. Y nos produce enorme placer.

Probablemente tú hagas otras cosas que, no siendo de nuestras preferencias, nosotros respetemos tan sólo por eso. Porque son las tuyas, porque tú mereces que tus gustos sean respetados y porque de variedad está hecho el universo. ¿Qué tal que a todos nos gustara tirar de la misma forma, a todos la misma mujer, o la misma comida, o la misma ropa? Elmundo estaría uniformado, mi querido Al capone y sería muy aburrido.

Por otra parte, al producirte risa el relato de Malcon, a quien admiramos por la amplitud de su pensamiento y por la estupenda mujercita que lo acompaña, concluyo que se trata de una risa nerviosa pero condescendiente, que de una manera u otra te produce excitación.

Respóndetelo a tí mismo Al capone. ¿Te produjo excitación lo que hizo la mujercita de Malcon con el jefe y su amigo o no?

Si no te excitó, no lo digas.

Pero si te ha excitado cuéntanoslo con honradez y, sobre todo, cuéntaselo a tu señora esposa. Quién sabe s descubran ambos un mundo lleno de delicias y se lo debas a Malcon.