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Antiguo 21-07-2010 , 15:59:20   #13
Ba‘al Z'vûv
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Predeterminado Respuesta: el nerd y la porrista 3

Me sentía completamente vulnerable. Y mi coño necesitaba, ahora más que nunca, una boca hambrienta dispuesta a devorar los jugos que tan generosamente ofrecía.


Y Mateo no defraudo. Su boca se apretó a mi sexo con desesperación, y su lengua comenzó a deslizarse como loca por todos lados, dándome unos escalofríos deliciosos. La sensación rasposa de su piel contra mi delicado clítoris me estaba poniendo a mil.


"Ay…ah…uhhh… "Gemí tiernamente, abriendo mas las piernas. Las sensaciones invadían mi cerebro, y mi razón cada vez funcionaba peor.


Mateo tenía una lengua exquisita. La deslizaba con maestría a lo largo de mis engordados labios y terminaba en mi clítoris, para repetir una y otra vez el proceso. Sus boca tampoco paraba, y jalaba y mordía deliciosamente mis pliegues, lo que me hacia dar unos saltitos inocentes que evidentemente le fascinaban, porque lo volvía a hacer cual niño travieso.


"M..Megan.. Megan, mi amor.." Dijo Mateo en un murmullo, demasiado ocupado en devorar tan exquisito platillo que la vida ponía frente a él.


"..M.mas.. ..mas… Mateo, mas…" Decía yo febrilmente, y entonces lo agarre violentamente del cabello y lo apreté con fuerza contra mi coño. Mateo reacciono con un gruñidito erótico, y entendiendo mis urgencias se volvió loco y con sus labios y lengua empezó a mamar mi clítoris de forma bestial.


"AAAAAhhh……ahhhhhh……ahhhhhh…." Jadee en éxtasis, con mis manos temblorosas por la emoción. Estaba a punto de venirme.


Pero justo entonces algo sucedió. Mateo se subió a la camioneta conmigo y se coloco entre mis piernas, con su miembro erecto apuntando hacia mi intimidad.


"M..mateo, no.. " Dije aun mareada, levantándome un poco hasta quedar sentada frente a él. "Y..ya sabes qué.. soy virgen."


"M..Megan, solo… solo la punta, te lo prometo."


"N..no… es que…"


Mateo se me acerco al cuello y paso su lengua por todo lo largo, sacándome un par de gemiditos mas.



"Anda.. Megan, solo la puntita."


Una gota de sudor resbalo por mi rostro, y sentí que mi corazón se estaba a punto de salir de mi cuerpo. Mi cuerpo estaba al 100%, y mi sexo clamaba a gritos tener algún tipo de desahogo.


"¿M..me prometes.. –Dije arrastrando las palabras, aun mareada- que.. solo la puntita?"


"Si, si Megan, te lo juro.. solo la punta…" Me dijo en el cuello Mateo, dándome un juguetón beso.


"Uf.." Suspire sensualmente, y entonces me apreté contra Mateo y lo abrace con fuerza.


El se acerco un poco más a mí y sentí como su grueso miembro se colocaba en la entrada de mi coño, abriendo de par en par mis delicados y ardientes labios. Con un movimiento suave Mateo fue penetrándome, poco a poco, entrando cada vez más en mí…


"M..mateo, s..solo la..puntita…" Dije apretándome inconscientemente a su cuerpo, sintiendo como él no estaba respetando el trato.


"S..si Megan.. " Me respondió con un evidente tartamudeo.


Mala señal.


Su verga se iba metiendo cada vez más en mi, y con impotencia le clave las uñas en la espalda, lo cual hizo que saltara un poco pero no que se detuviera.


"¡M..Mateo…! D..detente…" Le dije suplicante al oído, pero era inútil. Su carne seguía abriéndose paso entre la mía, ensanchando hasta el límite mis paredes internas mientras mi clítoris pulsaba insistentemente una deliciosa señal orgásmica.


No.. detente… d..detente..


Pero el miembro de Mateo seguía avanzando implacablemente. Y el momento de la verdad llegó, porque se detuvo brevemente ante una delicada barrera…


.. y siguió avanzando.


"¡M..mateo…!" Gemí al sentir una ligera punzada, casi imperceptible. Me apreté contra su cuerpo, temblando ligeramente de nervios. Estaba muy confundida, y mi mente se había vuelto un caos..


No.. d..detente.. detente. No.. no te detengas.. No te detengas.. no te detengas…


Gimiendo tiernamente, lo abrace con todas mis fuerzas hasta que finalmente todo su miembro entro en mi cuerpo, y sin decir nada nos quedamos ahí los dos en silencio.


"M..Megan.. perdóname. " Me dijo al oído Mateo, mordiéndomelo suavemente.


Y durante algunos segundos me quedé en silencio, en shock. Entonces me mordí los labios, dejando escapar un suave quejido ante sus caricias, y con dificultad le dije: "Despacito…."


Y todo comenzó.


Las caderas de Mateo se hicieron para atrás unos centímetros, y luego me penetro con mucha delicadeza, poco a poco.


"Ah…ay…" Dije recargando mi rostro en su hombro, temblorosa. No sentía ningún dolor, cosa que me extrañó, pero era una sensación rarísima. Nunca hubiera pensado que perdería mi virginidad en estas condiciones.


Mateo siguió besándome el cuello y los hombros, y de nuevo sus caderas realizaron la sexual maniobra, sacándome otra vez un suave gemido.


"Uf…."


Y otra vez. Y otra vez. De nuevo… más, otra vez…


Yo solo me sujetaba al cuerpo de Mateo, gimiendo suavemente, mientras sus caderas daban embestidas cada vez más firmes entre mis piernas. Su verga entraba y salía de mi sexo cada vez más vigorosamente, logrando que mi deliciosa humedad se deslizara por mi piel hasta el asiento.


Slap…slap….slap….slap….


"M.mateo.. ah…mm…mm..M.mateo..ah…" Mis gemidos no dejaban lugar a dudas, y eran tiernos y sexuales, de aquella hembra que se sabe sometida y pide más. Mi rostro pasaba de la angustia al éxtasis, sonrojándose evidentemente, mientras Mateo respiraba agitadamente en mi cuello.


Y sus caderas seguían aumentando la velocidad, hasta que llego un punto en el que la camioneta se zarandeaba ahora violentamente, de un lado al otro, y los viejos amortiguadores chirreaban como si se estuvieran quejando.


Pero nada de eso me importaba. El ardor en mi cuerpo era exquisito, y quería más. Mucho más.


"M..mateo… Mateo…ah.." Gemí suavemente, clavándole las uñas en la espalda. El gruñó un poquito, y en respuesta acelero un poco más sus movimientos, seguramente porque supo que por mis actitudes estaba a punto de venirme.


Y entonces el tan esperado orgasmo llego de golpe, azotando la puerta.


"AAh……Ahhhh…AAAhhhhhh…M..Mateo…" Me retorcí de forma agónica, temblando sin poder controlarme mientras una explosión de placer recorría cada nervio de mi cuerpo. Mi corazón latía a mil por hora, y los orgasmos seguían llegando uno tras otro, y por un segundo creí que me volvería loca.


Y al verme así Mateo no pudo aguantar más, y se apretó violentamente contra mi cuerpo, a la vez que se ponía muy tenso. "M.Meg..megan…Ahh…"


Y entonces su verga comenzó a escupir una violenta carga de semen en mi interior, y yo febrilmente cruce mis piernas en su espalda, apretándolo contra mi cuerpo como si fuera lo único que existiera. Sonreí débilmente al sentir su cuerpo temblar, y con mucha ternura me apreté a él, cerrando los ojos mientras una lagrima se resbalaba por mis mejillas.


Acabo de perder la virginidad, oh Dios…


Y así, después de varios segundos, Mateo terminó de venirse y se quedo en silencio. Nos quedamos abrazados por lo que pareció un año. Nadie decía nada, y solo el ritmo de nuestras respiraciones rompía la monotonía del sonido del bosque.


"M..Megan.. te amo.." Me dijo Mateo al oído, besándomelo suavemente.


Entonces me volvió a ganar el sentimiento y comencé a llorar, y al ver mi reacción Mateo se angustió. "Megan, perdón, yo…"


"C..cállate, Mateo.. –Dije aun en llanto.- Llévame a mi casa."


"Si…Megan, perdóname." Respondió con voz triste, y rápidamente se separó de mi cuerpo y luego de subirme mi tanga y asegurarse que estuviera bien sentada cerró mi puerta y corrió a sentarse en su lugar.


La vieja pick up dio la vuelta y nos pusimos en marcha a mi casa. Y al llegar me baje del carro y sin darle tiempo a Mateo para despedirse me fui corriendo a mi recamara, en donde apenas llegue me tire en la cama para seguir con mi llanto.


Estaba muy confundida. Hoy había perdido mi virginidad y la experiencia había resultado ser deliciosa, pero…


¿Con Mateo?


Todo mi ser quería odiarlo por haberse aprovechado de mí, por chantajearme vilmente con las fotos, pero…


No podía. En el fondo también me sentía feliz, y eso me tenía muy confundida. Y así estuve llorando y llorando, hasta que sin darme cuenta…

…Me fui quedando dormida.

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