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Antiguo 19-07-2010 , 12:17:57   #4
EL*BARTO
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Predeterminado Respuesta: Habla 'Antonio Salas', el periodista que se infiltró durante seis años en las redes terro

¿Alcanzó usted a tener contacto con algunos de los secuestrados en poder de las Farc?

Mi única entrevista con la guerrilla colombiana, para solicitar adiestramiento militar en sus campos, se produjo en Venezuela. Desgraciadamente el proceso es muy lento y mi solicitud de pasar a Colombia para ser entrenado en los campos de la guerrilla se aceptó sólo unos días antes del bombardeo al campamento de Raul Reyes, que desató una crisis diplomática brutal entre Colombia, Venezuela y Ecuador, cerrando los "caminos verdes". Yo no llegué a tener contacto con ninguna de las víctimas de las Farc, aunque sí de los paramilitares. Muchos de los refugiados colombianos en Venezuela llegaron allí escapando de los paracos. Y yo no sabía de la existencia de los paramilitares colombianos antes de iniciar esta investigación. En Europa se habla mucho del terrorismo de las Farc o de la guerrilla, pero yo jamás había oído la palabra "paraco" antes. Y me parece vergonzoso que en Europa o EE.UU. no se denuncie, con la misma energía que se dedica a la guerrilla, a los movimientos paramilitares.

¿Cómo funciona la mente de un terrorista?

En blanco y negro. O estas conmigo o contra mí. En Colombia con frecuencia me preguntan si apoyo a las Farc o a Uribe, en Bolivia si apoyaba a Rozsa o a Morales, en Venezuela si estoy con Chávez o con la oposición, en Israel si defiendo a los palestinos o a los judíos... Pero yo soy un periodista, no un político. Y yo no hago campaña para nadie. Solo cuento lo que he visto y vivido y solo le debo fidelidad a mis lectores. Los terroristas no tienen nada de glamour ni sofisticación, son muy estúpidos y manipulables. La mayoría ni siquiera se dan cuenta de cómo los utilizan aquellos intereses que dicen combatir. Son los mejores amigos de las multinacionales "imperialistas", de las fábricas de armas, de los gobiernos occidentales, justificando con sus atentados todas las represarías que finalmente sufre la población civil. Lo único que espera a un terrorista es la cárcel o la muerte, no hay más opciones.

¿Quiénes son los 'spree-terrorist' o 'terroristas frenéticos'? ¿Qué buscan?

Utilicé ese término comparándolos con los "spree killers" o asesinos frenéticos. Salvando las distancias, Ben Laden ha conseguido convertirse en un icono para un sector del Islam, como el Che Guevara lo hizo con la izquierda internacional. Para miles de musulmanes, árabes o no, y para miles de árabes, musulmanes o no, el Jeque Ben Laden simboliza la venganza contra el Occidente colonialista, que roba sus recursos naturales, que trafica sus mujeres a los burdeles, que abusa de su pobreza convirtiéndolos en mano de obra barata, que humilla a los inmigrantes, que blasfema contra su tradición... Y muchos, sin posibilidad de ingresar en ninguna organización armada, quieren hacer suya la lucha contra Occidente. Por eso de repente, en un brote frenético, toman un cuchillo de cocina, un martillo, una bombona de butano, y tratan de llevarse por delante algún occidental. Eso explica el preocupante incremento de ataques a cooperantes, a turistas o viajeros occidentales en algunos países árabes. En agosto de 2007, por ejemplo, Hicham Doukkali, con quien yo compartí mezquita en Marruecos, intentó inmolarse atacando un autobús de turistas canadienses ¡con una bombona de butano! Consiguió hacer explotar la bombona, pero afortunadamente sólo él se vio afectado por la explosión.

Usted los ha descrito como seres humanos que hasta se preocupan por proteger a sus compañeros. ¿Por qué cree que optan por ese camino?

Cuando tienes el privilegio de compartir la mesa de una familia árabe en Oriente medio, o una tertulia en la mezquita en el norte de África, y escuchas su punto de vista sobre nosotros, lo ves todo de otra manera. Imagina como se sentirán los huérfanos o los viudos iraquíes, cuyas casas fueron destruidas, sus familiares asesinados o sus cuerpos torturados en Abu Graib, al enterarse de que nunca existieron armas de destrucción masiva en Iraq, o que Al Qaida jamás tuvo relación con Saddam Hussein antes de la ocupación... ¿Cómo reaccionarias tú? No quiero justificar la resistencia iraquí (en la que por cierto también combaten iraquíes cristianos), pero ahora sí comprendo por qué lo hacen. Y como ocurre con todo colectivo militar, los lazos de amistad entre los compañeros de armas, unen mucho. A mí me resultaba extraño descubrir que personajes como el 'Chino Carias', 'Carlos el Chacal', 'Eduardo Rozsa' y otros terroristas famosos, realmente se preocupaban por mi seguridad, y me trasmitían su afecto. Y es una sensación extraña sentirte apreciado por un asesino...

¿Cómo pasar invicto sin cometer un crimen con la presión de estar infiltrado en un medio donde prácticamente esa es una muestra de lealtad con la organización?

Eso fue muy sencillo. Mis conocimientos del árabe, dos libros de temas islámicos, y cientos de artículos, que publiqué en los medios árabes-venezolanos, como parte de mi cobertura, convencieron a todos de que yo era más útil en el ******o legal que en la lucha armada. Aunque siempre he tenido claro que ningún reportaje justifica que el periodista cometa un delito, en este caso ni siquiera me lo propusieron. Yo controlaba las páginas web de 'Carlos el Chacal', de Hizbullah-Venezuela, etc., y eran ellos los que me insistían, una y otra vez, en que no cometiese ningún delito, que no me metiese en líos, que ya había gente para eso. Ninguno quería perder su protagonismo en Internet, ni su hombre de confianza para representarlos en eventos internacionales, como la reunión de Estocolmo de 2008.

Usted ha comentado que sin quererlo el periodista John Lee Anderson estuvo a punto de descubrirlo. ¿Cómo fue ese suceso?

Conocía a John Lee Anderson en Caracas. Había asistido al programa 'Alo Presidente' invitado por Chávez, y en Venezuela se interesó por la figura de Ilich Ramírez, alias 'Carlos el Chacal'. Yo fui el impulsor del Comité para la Repatriación de Ilich Ramírez, y controlaba su página web, así que quiso conocerme. Durante seis años, y aunque he conocido a cientos de árabes, nunca me encontré con nadie que conociese Burkyn, el pequeño pueblo de Yinin, en Cirsjordania, donde situé mis orígenes palestinos. Y cuando estaba charlando con John me preguntó ¿de que parte de Palestina eres, yo conozco mucho Palestina? Cuando le respondí que de Burkyn, resultó que el condenado conocía Burkyn mucho mejor que yo... y casi me descubre. Afortunadamente, para preparar mi personaje, al principio de la infiltración me había tomado la molestia de viajar a ese pueblo palestino, de caminar por sus calles, visitar sus monumentos y familiarizarme con su historia. Y eso fue lo que me permitió superar el examen de Anderson. Le he regalado un ejemplar de mi libro a John, y nos hemos reído mucho al recordar la anécdota. El tampoco sabía que yo era un periodista infiltrado.

¿Qué tan cerca estuvo de los atentados de Jordania y Casablanca?

Durante estos seis años he visitado Jordania y Marruecos en muchas ocasiones. El moderno y cosmopolita Marruecos, en esto tiene cierto paralelismo con Colombia, a pesar de la feroz política antiterrorista del gobierno, y la continua presencia de la inteligencia norteamericana, es una gran cantera de yihadistas. Y Casablanca fue el primer gran atentado después del 11S y el primero contra intereses españoles. El destino quiso que yo compartiese pupitre con el juez antiterrorista marroquí Abdelkader Chentouf, durante uno de los muchos cursos sobre terrorismo que hice para preparar la infiltración. En Jordania me interesó visitar el pueblo natal de Abu Musa al Zarqaui, entrevistar a Leyla Khaled, y por supuesto investigar los atentados de Amman. Y también ahí tuve suerte. Pude conocer al director de uno de los hoteles atacados, que me facilitó un material gráfico tomado minutos después de las explosiones, pero tan brutal que no nos hemos atrevido a incluirlo en el libro. Sólo en los anexos documentales de mi página web, en el álbum de fotos, hemos publicado alguna de esas desagradables fotos.

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