Texto que alguna vez lei y me toco impresionantemente...
Que dificil se me hace.
Qué difícil se me hace ser feliz estando con alguien cuando todos los días recuerdo viejas malas experiencias.
El temor a volver a fracasar, a equivocarme en algo, ahí, siempre presente, acechándome en mis ratos libres.
Despertarme y pensar: -Hoy la cago.
Estar nervioso. Atento, pero a la vez perdido, callando cosas por no arruinar nada.
Todos los días despierto viendo a mi lado para saber si sigo con la mujer que amo, y cada día me despierto más exaltado, con más miedo, con la triste idea de que ya te fuiste. Transpirado y falto de respiración, llego a verte y comienza mi calma, pero la idea sigue ahí en la cabeza, retumbando como un eco: “Hoy la cago, hoy la cago, hoy la cag…”.
Es como hacer jueguitos con la pelota, algún día se va a caer, lo sabés, pero igual te ponés nervioso en cada toque.
Quizás me equivoque, ojalá sea así. Pero es difícil no pensarlo, no tenerlo siempre presente, llevarlo conmigo.
Es más, mientras escribo esto ya tengo en mente el creer que voy a arruinar todo, que voy a fracasar una vez más. Me desgana, me cansa, me deja sin fuerzas.
Trato de pelearla, de creer que estoy totalmente equivocado y que no es así, pero por lo visto el saber algo es más fuerte que el querer creer algo.
Hoy me desperté una vez más incómodo y asustado en la oscuridad del cuarto. Sentado sobre la cama empecé a sentir el sonar de esas palabras acusadoras: “hoy la cago” escuchaba en mi cabeza, pero más seguidas que hasta se pisaba una frase con otra.
Eran tan frecuentes como inentendibles hasta que tu mano tomó la mía y desde lo lejos pude escuchar otra voz, más dulce, más suave.
De a poco mi voz se desaparecía y esa voz, casi imperceptible, tomaba poder y lugar en mi cabeza.
Era tu voz, pude reconocerla entre medio de ese tumulto de frases acechadoras, era tu voz, calma y segura, diciéndome: “No la vas a cagar”.
Es tan lindo equivocarse a veces…
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Ire subiendo mas...
Saludos