Ante los periodistas que aguardaban su regreso, previsto inicialmente para ayer y que tuvo que posponerse por problemas burocráticos, Adriano explicó que se ha entrenado en Brasil para "estar listo" inmediatamente.

El delantero, que tiene una larga experiencia en el fútbol italiano, se mostró convencido de las posibilidades y del potencial del equipo romano para hacerse con el próximo "scudetto" bajo la dirección de Claudio Ranieri.
Criado en la favela de Vila Cruzeiro, en los suburbios de Río de Janeiro, el atacante de 28 años ha enfrentado problemas personales y con el alcohol que han empañado su brillante carrera en el fútbol internacional.

En el 2004, después de llevar a Brasil al título de la Copa América, tuvo que afrontar la muerte de su padre, lo que le causó una inestabilidad emocional, mientras dos años después disputó el Mundial de Alemania con sobrepeso y su actuación no fue muy satisfactoria.

Fue en ese período, cuando el Inter de Milán, equipo en el que militaba en aquel entonces, le permitió retornar a Brasil para que se tratara de una depresión y volviera a su forma ideal.

En 2007, la intensa vida nocturna del delantero y su ausencia de varios entrenamientos llevaron al club 'nerazzuro' a prescindir del jugador, quien recaló en 2008 en el Sao Paulo, con el que volvió a su nivel.
Con un Adriano "recuperado", el Inter volvió a apostar por él, pero expulsiones, lesiones y, una vez más, la indisciplina, hicieron que el club milanés desistiera definitivamente del atacante el año pasado, tras lo que el jugador anunció su decisión de abandonar el fútbol.

El Flamengo lo rescató entonces y con el club carioca volvió a mostrar su talento, para fichar con el Roma el pasado mes de junio.