A Lady Gaga le gusta eso de enseñar carne y pues a sus 24 años es algo muy comprensible. Pero eso de pasearse por el estadio de los Yankees con apenas una camisa, sujetador y bragas parece ya algo extremo, ¿cierto?
Porque esas pintas se llevan cuando acabas de tener una noche salvaje de sexo y te pones la camisa de tu pareja apenas al despertarte, no cuando vas a ver un partido de béisbol, pero ella es Lady Gaga y no podía darse el lujo de tener calor mientras disfrutaba del partido. Además estaba en una zona VIP, así que ¿cuál era el problema?
Pues el problema era que no contenta con enseñar sus bragas, al parecer estaba algo bebida y comenzó a juguetear con las demás mujeres presentes y se tocó y toda la cosa. Pues vaya manera de llamar la atención.
Se llegó a decir incluso que a la gente del estadio no le gustó demasiado la actitud de la cantante que hasta la vetaron del recinto, aunque después el encargado del lugar salió a desmentir que le hubieran prohibido la entrada en futuros partidos. Que no, que puede enseñar las bragas y el sujetador cuando quiera.
En cambio, los empleados que dejaron pasar a la cantante en esas fachas sí que fueron regañados (y quién sabe si hasta despedidos), así están las cosas en este mundo. La culpa no es del pecador, sino del que le deja pecar, dicen algunos.