Aquella noche tenía ganas de saludarla y conversar un poco con ella, pues llevábamos unos días que no nos veíamos por la cámara web, el acuerdo previo había sido encontrarnos por la noche para conversar un rato.
De repente cuando encendimos la cámara me dio mucha emoción verla con una blusa negra de tiritas que llevaba, junto a unos pantalones largos…me dijo: “a esa es mi pijama” así duermo. Debo confesar que me dieron deseos de estar cerca en ese instante para verle esos senos tan ricos, sin embargo, tragué un poco de saliva y la salude con cariño como siempre, pues realmente es un encanto de mujer.
La conversación se desarrollo con el mismo interés de siempre, hablamos de todo un poco, nos reímos, nos burlamos un poco…pero de vez en cuando bajaba mi mirada para tratar de entrever un poco más, ¡estaba divina!.
En un momento ella se quedó sola en su apartamento y la conversación seguía tan interesante como desde el primer momento, de momentos hablábamos un poco más sensual, pero ella con algo de timidez cambiaba la temática, no importaba para mi, hasta ese momento era suficiente con tener esa mujer tan linda, que en un momento de la noche me mostró la tira de su brasiere a mi pregunta un poco picarona, un poco indiscreta de: ¿tú no tienes nada por debajo?, ella para confirmarme, como un niño que muestra sus manos cuando tiene algo para regalar, bajo la tira de su blusa dejando solamente la de su ropa interior, no más pude respirar, pero creo que eso no lo notó, seguramente mis ojos brillaron un poco más.
El ambiente se hizo más cálido y yo me estaba sintiendo demasiado bien, me sentía tranquilo y con una confianza firme, que me llevó a bajar la cámara un poco más, lo que permitió que se viera un poco mi pene por encima de los bóxer blancos que tenía…ella sonrió corto pero sensualmente y me dijo: “me encanta esa ropa interior”…eso fue un disparo certero que hizo que me bajara un corrientazo desde mi cabeza hasta mis piernas, respondí moviendo un poco más la cámara lo que le permitió verme más detalles de mi sexualidad, me encantó su expresión en ese momento.
Entre ires y venires salíamos del tema y entrabamos, pero era perfecto, al tiempo que yo me excitaba más, eso precisamente me gustó. Fue cuando decidí expresarme acerca de sus senos, de los grandes y bellos que los veía, ella se volteaba un poco para que se los viera de perfil, se hacía de frente, sonreía, en un momento salió de sus labios: “ay como me veo de tetona”, eso retumbo en mis oídos y me lo hizo mover dentro de mis bóxer. En un momento le pedí que me mostrara su ropa interior que la quería ver, fue espectacular cuando en medio de inseguridad por lo que estaba haciendo, pero al mismo tiempo con deseo y curiosidad, se bajo su blusa dejando esos senos enormes (36) a mi vista cubiertos con unos brasieres de color negro, para mí era mágico, (ver esa mujerzota mostrándome sus tetas de esa manera).
A esa altura de la conversación mi pene se empezó a endurecer mucho más, sin importar si ya lo notaba o no, comencé a tocarme eventualmente mientras hablábamos. Pero lo que desató mi excitación viene a continuación. En medio de la conversación hablamos sobre su bronceado, ella me dijo: “te voy a mostrar desde abajo”, se levanto entonces un poco el brasiere y pude ver sus apenas un poco senos por debajo, yo realmente no recuerdo que dije, pero seguramente no podía ni tragar saliva, estaba caliente a decir verdad. Ante tal motivación no tuve más que cogerme la verga más duro y le mostré lo que estaba haciendo, le veía su boca más jugosa, sus ojos relajados y una sonrisa pícara. En ese momento nos dijimos varias cosas ricas y me empecé a tocarme más duro, hasta el punto que me la saqué un poco, pidiéndole que se bajara el brasiere…ella respondió al estimulo bajándose suavemente la ropa, dejándome ver sus firmes tetas.
Verla acariciarce sus pezones, hizo que me dieran ganas de sacarme la verga y mostrarserla, en ese momento ya no pensaba en nada más, estaba concentrado en mirarle la cara, sus expresiones, sus pezones erectos, sus tetas jugosas y escucharle su voz entrecortada, Empecé a masturbarme frente, fue cuando la vi que igualmente bajó sus manos por entre los pantalones, con una mano tenía la ropa, con la otra se la cogía para mí. Su cuerpo se empezó a retorcerse suavemente, su cara se llenó de excitación y le dije que se la quería meter toda, en ese momento echó su cabeza hacia atrás, mientras seguía dándose firmemente en su clítoris, yo deseaba estar allí junto a ella para mamárselo. Empezó a gemir suavemente y me dijo “Ay!! me estoy viniendo”, esas fueron palabras mágicas para mi, que hicieron que aumentara mi tono de voz de lo arrecho que estaba y sacara toda mi leche con gran fuerza la sentí caliente sobre mi cuerpo….¡Ah que placer! Sonreí de placer. Deseo hacerlo encima de ella.
Esta fue una experiencia inolvidable, con una hermosa e inteligente mujer en todo el sentido de la palabra.