Respuesta: Las confesiones de los jefes 'paras' extraditados Quisiera leer algo de consecuencia en los que siempre hablan de acabar con sólo uno de los generadores de violencia y muerte en Colombia. Hechos como estos sólo deben generar rechazo y movilizaciones contra todos los actores violadores de DDHH, sin importar el uniforme que lleven y las ideologías que dicen defender. "Murillo Bejarano narró que el mayor Castaño le había dado la orden a los paramilitares de que mataran “a los niños porque según él cuando crecieran serían guerrilleros”. En esa masacre fueron asesinados los menores Santiago Tuberquia Muñoz de 2 años y su hermana Natalia Andrea de 6 años; Deiner Andrés Guerra Tuberquia de 11 años; y Beyanira Areiza Guzmán de 17 años. Junto a ellos perecieron Luis Eduardo Guerra, Sandra Milena Muñoz, Alfonso Bolívar y Alejandro Pérez. Todos habían sido descuartizados." Esta historia de horror del 2005 no se diferencia en nada de las historias de la guerra partidista de los 40's y 50's. Al leer "Siervo sin tierra" una novela ambientada en esos años, se puede uno dar cuenta que en Colombia la historia se repite una y otra vez. Y siempre hay idiotas útiles que validan la tesis del fin justifica los medios y el principio de combinación de todas las formas de lucha por parte del Estado. Olvidando que el Estado es el único actor que tiene el deber y el poder de parar la barbarie y proteger la vida y bienes de todos los colombianos, de todos, no de unos cuantos si no de absolutamente todos. Cometiendo crímenes y aliándose con delincuentes nunca se conseguirá la paz en Colombia, ni la equidad social, ni el desarrollo económico ni nada de nada. |