Domingo 9 de mayo de 2010
Los Unicornios
Luis Guillermo Vélez - La Dimensión Desconocida

No sé cómo decirles esto suavemente, pero Antanas Mockus no va a ganar estas elecciones.

Y no es que las cosas hubiesen cambiado milagrosamente a favor de Juan Manuel en la última semana, la cual de hecho, desde el punto de vista de la campaña, fue desastrosa. Es que en realidad las cosas nunca fueron realmente buenas para Mockus, muy a pesar de la bulla sobre la ola Verde, para la cual aplica perfectamente la analogía de la palmera y el coco.

Dejen que les explique. El fenómeno electoral del Partido Verde se inicia con el sorprende resultado de la consulta Verde y con el triunfo relativo de la lista de senado. Estos ponen en el mapa político a una opción alternativa “post-Uribe” que apela a un segmento grande, pero no mayoritario, del electorado que quiere un cambio.

Se hacen las primeras encuestas y el fenómeno se multiplica exponencialmente llegando inclusive a hablarse de un quimérico triunfo en primera vuelta. Todo sin embargo es virtual, la de Mockus una candidatura aguacate, madurada a punta de periódico y encuesta.

¿Quiero decir con esto que las encuestas son de mala fe? No, pero estaban mal hechas hasta ahora. Sin filtros, como los que se han aplicado en las últimas encuestas de CM& y de Ipsos, los resultados que arrojaban estaban desfasados. La razón es muy sencilla, usualmente el primer y único filtro es la pregunta de si la persona va a votar en la elección. Si responde que no, la encuesta se da por terminada inmediatamente, si responde que sí, el cuestionario continúa.

En este caso un número inédito de personas estaban respondiendo que sí, que iban a votar y sus respuestas a las siguientes preguntas favorecían el voto Verde. Lo que pasa es que estas personas que dicen querer votar no lo pueden hacer, lo que llevó a los encuestadores a incluir un segundo filtro preguntando al encuestado si estaba habilitado para votar.

Eso cambió todo. Los unicornios, las personas que nunca habían votado, que decían que ahora sí iban a votar y que lo harían por Mockus, no pueden votar así quisieran porque no tienen registrada la cédula o porque viven en un lugar diferente al sitio de inscripción.

La verdad, en mi opinión, de todas formas, así pudieran los unicornios tampoco salen a votar el día de la elección ya sea porque cayó una gota de agua, porque amanecieron enguayabados, porque están arrunchados con la novia (o el novio), porque no tienen como llegar a Corferias (o al estadio, o a donde sea) o porque simplemente ese día les dio mamera.

El voto joven nunca aparece y a los que no me creen les cuento una cosa: tampoco apareció en la elección de Obama que es el paradigma del movimiento Verde colombiano. La diferencia neta, en lo que los gringos llaman el “voto popular” a favor de Obama y contra de McCain fue de tan solo dos puntos porcentuales. Nada. Los jóvenes obamistas resultaron buenos para dar lora en Facebook y Twitter pero malos para salir a votar.

Importante que vayamos sabiendo estas cosas, sobre todo para que cuando llegue la hora de la verdad el próximo 30 de mayo y no se cumplan las exorbitantes expectativas de los Verdes, no salgan estos a decir que fue que les robaron las elecciones.

Fuente:

http://www.lasillavacia.com/elblogue...los-unicornios