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 |  Afiches y mascotas de los mundiales
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 | Pasión mundial
Más allá de los goles memorables, los partidos hazañosos y las figuras de los seleccionados, si hay por lo que recordamos los campeonatos mundiales es por las mascotas y los afiches de cada torneo, que pueblan álbumes de figuritas y cuadernos escolares.
Entre 1930 y 1962, los Mundiales no tenían canciones ni mascotas, y tampoco circulaba tanto dinero en su entorno. Recién en 1954 apareció la televisión dando nacimiento a un idilio que hasta el día de hoy se mantiene entre la pantalla chica y la FIFA.
Lo único que siempre estuvo presente fue la pasión, y en la mayoría de esos primeros siete mundiales, el juego atildado. Pero además de esos aspectos, desde Uruguay 1930 el campeonato era identificado por un afiche. Desde el primero al último, hubo buenos, malos y pésimos. Y, si es por datos curiosos, el primer afiche del primer mundial, disputado en nuestro país, ofrece algunas particularidades. Por ejemplo, dice que se juega del 15 de julio al 15 de agosto, pero el 13 de julio se jugaron dos partidos a la misma hora para inaugurar ese torneo: Francia-México en Pocitos, la entonces cancha de Peñarol, y Estados Unidos-Bélgica en el Parque Central. Además terminó el 30 de julio y no el 15 de agosto.
Inglaterra 1966
La novedad para el mundial de Inglaterra, fue que los dueños de casa se anotaron otro poroto en el rubro "inventos". No conformes con haber creado el Football Association en 1863, 103 años después diseñaron la primera mascota de un Mundial, que además, fue la única en aparecer en el afiche del campeonato.
Se trató de Willie, un león, que es un símbolo del seleccionado inglés de fútbol. Este peculiar personaje le daba la bienvenida a todos los participantes vistiendo una casaca británica. Junto a él, el logo del Mundial y una pelota conformaban un afiche bastante pobre desde lo visual, para ir a tono con lo que fue ese campeonato organizado por y para europeos, en donde Pelé fue molido a patadas con la complicidad de los jueces, y Uruguay y Argentina fueron víctimas de un grosero cruce de árbitros que favoreció al local y a Alemania.
México 1970
Fue un torneo recordado por los goles, el buen fútbol, la presencia de cuatro campeones mundiales en semifinales y la excelencia de Pelé. Se innovó con la introducción de las tarjetas y la posibilidad de realizar cambios, aunque la mascota y el afiche desentonaron notoriamente.
Los gajos de un balón sobre un fondo rosado oscuro y la inscripción México 70 eran parte del afiche, y la mascota Juanito pasó inadvertida por completo. Se trataba de un niño con un sombrero típicamente mexicano, y una camiseta con los colores de la selección azteca, tan corta como la participación de la misma en el Mundial. La casaca no llegaba a taparle el ombligo.
Alemania 1974
Fue el Mundial de las telecomunicaciones, de los avances tecnológicos y la aparición de Holanda con su fútbol total. En ese contexto, las mascotas pasaron a ser dos: Tip y Tap, dos niños que formaban la abreviatura WM74 (Weltmeisterschaft 74, en castellano Copa Mundial 74), con la intención de simbolizar la unión entre las dos Alemanias, Federal y Democrática, en medio de una Guerra Fría que las tenía separadas por el Muro de Berlín. Al igual que en la de Juanito, faltó tela en la casaquilla.
En el afiche, un montón de manchas sobre fondo negro formaban un futbolista pateando una pelota, sin una camiseta definida.
Argentina 1978
Sin demasiado esfuerzo por crear algo original, en la vecina orilla se hizo conocido Gauchito, creado por el dibujante español Manuel García Ferré. Por tercer Mundial consecutivo fue elegido un niño como figura representativa, proveniente de La Pampa. Con muchas similitudes con Juanito, tenía los colores de su selección nacional y un sombrero típico. La diferencia fue que a Gauchito le alcanzó la tela para tapar su ombligo, así como también a Argentina le alcanzó su juego para llevarse el título.
En el afiche, dos jugadores vestidos de celeste y blanco abrazándose en la celebración de un gol. Uno de ellos, muy parecido a Leopoldo Jacinto Luque. Arriba a la izquierda, el Logo del XI Campeonato Mundial de Fútbol.
España 1982
Para muchos, el último "gran Mundial", con propuestas ofensivas y equipos memorables. Para ir a tono, surgió Naranjito, la mascota más recordada de todas. Creada por María Dolores Salto y José María Martín Pacheco, se trata de una naranja, fruto típico de Andalucía. La novedad es que en los años posteriores tuvo una gran repercusión, e incluso llegó a tener una serie de televisión, denominada "Fútbol en Acción". Fue la primera vez que se utilizaba una caricatura no animal o humana.
México 1986
Siguiendo en el reino vegetal, los mexicanos volvieron a mostrar que hacer mascotas no es lo de ellos. Dieron vida a Pique, un fruto típico mexicano con sombrero y bigotes. Si se lo mira detenidamente, es una mezcla de cactus con pepino y ají. Evidentemente, no quedó entre los más recordados como tampoco el afiche, en lo que fue sin lugar a dudas "el Mundial de Maradona".
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