6. Pedro Alberto Vivalda: Arquero que llegó en 1982 a Millonarios procedente de las divisiones de River Plate con quien había jugado en el 75 cuando un equipo juvenil logró el título y de Racing. Vivalda era un arquero espectacular, de grandes reflejos y jugadas arriesgadas. En muchas ocasiones cortaba centros con una sola mano. Jugó 5 temporadas en Millonarios y es recordado como uno de los mejores arqueros que pasaron por el arco azul. Años más tarde se suicidó en Argentina por una supuesta depresión.


7. Raúl Navarro: Extraordinario arquero argentino cordobés. de Atlético Nacional de la década de los 70s, con quién conquistó los títulos del 73 y del 76. Era un arquero de grandes atajadas abajo y arriba. Un arquero clásico debajo de los tres palos que solo salía cuando venia de frente un rival. Atajadas espectaculares en tiros a quemarropa, fundamental en el Nacional. Terminó su carrera en Millonarios en comienzos de los 80s.




8. Luis Gerónimo López: Arquero argentino, también cordobés. Comenzó en Almagro, jugó en River Plate, Argentinos Junios, fue al Celta de Vigo, de ahí al Municipal del Perú antes de llegar en el 75 a Independiente Santa fe donde fue campeón. Jugó 3 temporadas y pasó a Millonarios logrando el título del 78. Después jugó en Nacional, Pereira y Quindio. Arquero muy seguro, de buenas salidas en balones aéreos, gran atajador y dominador de toda el área.

9. Roberto Riquelme: Excelente arquero paraguayo, que tapó en la selección de su país y en el Atlético de Madrid. Jugó varias temporadas en el América de Cali y después en el Bucaramanga. Era un arquero de gran talla, de buenos reflejos y que mostraba mucha experiencia debajo de los tres palos.


10. Jose Rosendo Toledo: Arquero argentino que jugó en el Deportivo Cali. Jugó tres temporadas entre el 67 y el 69 siendo dos veces campeón. Es después de Pedro Zape y Jorge Rayo, el tercer arquero en partidos jugados.













11. Julio Asciolo: “el loco” Llegó a Bucaramanga en el año de 1950. En el 52 y 53 jugó en el Deportivo Cali y en el 56 pasó al Quindío donde salió campeón y figura. Lo apodaban el “loco” por sus atrevidas salidas. Arquero flaco de grandes condiciones que es recordado en los equipos que jugó. En 1959 volvió al Deportivo Cali.