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|  Colombia pueblo de migrantes.
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La historia del pueblo wayuu es similar a la de todos los pueblos colombianos: "Poco a poco, nuestras tierras han sido invadidas por paramilitares y hubo masacres, como la realizada en el 2004, dice Carmen Ramirez Bascán. Entonces asesinaron con lujo de violencia a varios indígenas y secuestraron a otros, incluyendo mujeres y niños." El objetivo, afirma, es lograr el control de las tierras de la mina abierta de carbón más grande del mundo, "El Cerrajón". Por ley, no se pueden comprar ni vender estas tierras sin aprobación de los indígenas. La violencia está destinada a quienes se oponen a vender o para crear temor y forzar negociaciones de las que se beneficiarían ciertas corporaciones internacionales.
El gobierno de Washington destina millones de dólares a la militarización de amplias zonas de Colombia, incluidas zonas fronterizas con Ecuador. Los conflictos bélicos y los cambios ambientales que se están produciendo generan migraciones internas en ambos países, con la secuela de miles de personas desplazadas y marginadas, aumento de la pobreza, problemas de vivienda y alimentación.
"El Plan Colombia fue un atentado contra la calidad de vida y el medio ambiente, afirma Ramírez Bascán. La campaña 'antiterrorista' de Estados Unidos es el lenguaje de este proceso." Lo dice claramente, para que no queden dudas. El director de programas de la Organización Internacional para las Migraciones en Colombia, explica más detalles sobre las características y otros datos de la emigración colombiana. "Se estima," comenta "según el censo del 2009, que hay 18% de colombianos por fuera del país. El 70 por ciento se encuentra en Estados Unidos, España y Venezuela. Estos países son preferidos, primero por término de oportunidades, -España por la afinidad del idioma -, y Venezuela por la frontera viva y el intercambio histórico, tanto comercial como de población", precisó.
Situación económica
A su juicio, "la principal causa de la emigración es buscar oportunidades económicas y laborales. Otra causa es huir de la violencia o de las situaciones de conflicto que se han dado en Colombia durante los últimos años".
Las cuotas de inmigración en las nuevas leyes de Estados Unidos, la mano de obra en Venezuela por la bonanza petrolera, y las oportunidades laborales y de refugio en Canadá, España y Europa, abrieron nuevos destinos para los colombianos.
Según el investigador Luis Eduardo Guarnizo, el perfil de los emigrantes colombianos abarca desde obreros y profesionales calificados, empresarios que buscan seguridad y estabilidad, jóvenes estudiantes, perseguidos políticos e incluso personas de sectores marginados, incluidos delincuentes, quienes con sus actividades han creado un estigma negativo a los colombianos en todo el mundo.
Emigración "joven y feminista"
"Existe una feminización de la emigración, pues el 51,4 por ciento es mujer. Además, es una emigración relativamente joven, ya que el grupo mayoritario tiene entre 30 y 34 años. El 41 por ciento de los migrantes tiene estudios secundarios y ocupa trabajos en sectores como el agrícola y la construcción, y en áreas en las que hay vacíos de mano de obra", reveló Jorge Calado, director de programas de la OIM en Colombia.
Las ciudades que proveen la mayor cantidad de emigrantes colombianos son Bogotá, Cali, Medellín, Pereira, incluyendo Dos Quebradas y Bucaramanga, pero regiones como el Valle del Cauca, Antioquia, el Eje cafetero y Santander aportan una gran parte de ellos. Distintos oficios
Los colombianos en el exterior se dedican a distintos oficios. Por ejemplo, en Europa donde tienen poca posibilidad de ascenso, la mayoría trabaja en servicios. En Italia y España laboran en el servicio doméstico, y el cuidado de niños y ancianos. Algunos son propietarios de restaurantes, tiendas de abarrotes y servicios telefónicos y remesas de dinero. En Estados Unidos, por constituir una colonia diversa y numerosa los colombianos tienen más probabilidades de surgir social, laboral y económicamente. La organización social de los colombianos en el exterior es más individual que colectiva, por la desconfianza y la falta de solidaridad que los convierte en vulnerables.
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