Dos atentados contra el Ejército lograron esquivar las autoridades en el Huila y Caquetá. El primero de ellos en la vereda Vista Hermosa, jurisdicción de Saladoblanco, sur del Huila.
Allí, los uniformados del Batallón Contraguerrilla N 9 ‘Los Panches’, se encontraron con tres artefactos explosivos tipo cilindro que pretendían ser activados cuando ellos transitaran por el lugar. Sin embargo, fueron detectados por un perro antiexplosivos y desactivados a tiempo de manera controlada.
El Ejército atribuye el atentado a guerrilleros del frente 13 ‘Cacica Gaitana’ de las Farc que deambulan por el sur del departamento.
Mientras esto sucedía, tropas del Comando Operativo Número Cinco se enfrentaban a un campo minado de gran magnitud que la insurgencia había sembrado para atentar contra sus vidas en la vereda Santana Ramos, zona rural del municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá.
Los explosivos, enterrados tipo camándula, serían activados mediante tensión y como están conectados entre sí permite que el primero que sea activado conecte con los demás artefactos. Si esto hubiera sucedido, los militares no estarían contando la historia.
En esta zona del país delinque la columna móvil ‘Teófilo Forero Castro’, grupo armado ilegal que utiliza este tipo de métodos poco ortodoxos para atentar contra la tropa y la población civil.