Denunciante Distinguido
| leyenda del chanchito flúor (vol. 1)
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5,00 | LA LEYENDA DEL CHANCHITO FLÚOR VOL 1 Cuenta la leyenda... Que en la milenaria china, en el año 1.000 a.C, una chancha estaba dando a luz. Nació el primero de los chanchitos, se lo veía fornido, con un pelaje gris y muy audaz en sus movimientos, entonces, la madre orgullosa procedió a dar a luz al segundo, este salió de apariencia aún mas esbeltica que el primero, con una mirada penetrante y ojos azulados.
Al cabo de unos segundos, nació el tercero, de color rojizo, ojos hipnóticos tornasolados violetas y aún más fortachón que los otros dos... La madre muy feliz, comenzó a parir, el cuarto y último chanchito, después de treinta minutos de agonía, apareció...Un chanchito pequeño, de gran dentadura, y de color: ¡Flúor!
Era el chanchito que ninguna madre orgullosa de la milenaria China, debería tener jamás. Podría ser la peor punzada a soportar durante toda su vida, el hazme reír de toda la región, incluso: La peor calamidad jamás ocurrida en Asia.
Inmediatamente cargó en sus hombros al chanchito, y lo llevó al río mas cercano, lo arrojó a la correntada, y emprendió su regreso la soberbia madre. Al llegar al refugio, encontró, a sus tres crías, pero detrás surgió un resplandor, era el CHANCHITO FLÚOR! Lo tomó de sus patas traseras, y decidió emprender un viaje, hasta la cima del volcán Tengchong.
Una vez en el destino, lo arrojó hacia la lava ardiente, y comprobó cómo se derritió en la profundidad del magma. Emprendió el largo viaje de regreso, llegó al refugio y encontró durmiendo en un rincón, nuevamente a... sí el CHANCHITO FLÚOR.
Fueron veintiséis los intentos fallidos, siempre regresaba e inexplicablemente, hallaba en la guarida, a su mal ponderado hijo...
En un intento desesperado, lo amarró, de sus patas, lo llevó a un nido de un faisán tibetano (ave gigantesca por aquellos tiempos), unió sus ataduras a los pies del pájaro, y éste comenzó a volar y se fue perdiendo en el horizonte poco a poco...
Regresó y encontró solamente a sus tres crías distinguidas, y vivieron felices por la eternidad... |