Muerte por robot
Robert Williams fue el primer hombre asesinado por un robot. Sucedió el 25 de enero de 1979, en la planta de Ford de Flat Rock. Williams trepó dentro de un depósito de repuestos para devolver una pieza a su lugar, porque el robot que las manipulaba se había roto. Pero se reactivó súbitamente, y lo golpeó con su brazo metálico, matándolo instantáneamente.
Muerte por paraguas gigantescos
En 1991, los artistas Christo y Jean Claude construyeron una instalación artística ambiental de cientos de gigantescos paraguas azules y amarillos en California y Japón. Los paraguas gigantes, que medían cerca de 6 metros de alto y 9 de diámetro, se transformaron en una gran atracción turística. Menos de dos meses después de que la instalación se abriese al público, una mujer de 33 años llamada Lori Rae Keevil-Mathews viajó para ver los paraguas en California. Una desafortunada ráfaga de viento arrancó uno de los paraguas, que voló directamente hacia ella y la aplastó. Christo inmediatamente ordenó que sacasen todos los paraguas. Los paraguas, sin embargo, se cobraron otra vida, esta vez en Japón. El operador de grúas Masaki Nakamura se electrocutó cuando su máquina tocó un cable de alta tensión de 65 mil voltios mientras desmantelaban los paraguas tal como Christo lo había ordenado.
Muerte por decapitacion por aspas de helicoptero
El actor Vic Morrow murió en el set de la película de La Dimensión Desconocida cuando un helicóptero quedó fuera de control por unas explosiones de los efectos especiales, chocó, y lo decapitó con sus aspas. Dos niños actores también murieron en el evento, lo que propició una serie de masivas regulaciones dentro de las leyes de trabajos de niños en Estados Unidos y las regulaciones sobre seguridad en los estudios cinematográficos.
Muerte por cactus
En 1982, un joven de 27 años llamado David Grundman y su compañero de cuarto decidieron salir al desierto a cortar cactus a base de disparos. El primero fue un cactus pequeño, que cayó al primer disparo. Envalentonado por su éxito, la siguiente presa de Grundman fue un enorme cactus saguaro, de 7 metros de alto, probablemente de 100 años de edad. El disparo le sacó un gran pedazo, y el cactus cayó sobre él y lo mató.
Muerte por tapon de botella
El dramaturgo norteamericano Tennessee Williams murió en 1983 luego de ahogarse con el tapón de una botella. Había estado bebiendo.
Muerte por ahogamiento en una fiesta de guardavidas
En 1985, para celebrar su primer año sin tener que lamentar ningún ahogado, los guardavidas del departamento de recreación de Nueva Orléans decidieron hacer una fiesta. Cuando la fiesta terminó, un invitado de 31 años llamado Jerome Moody fue encontrado muerto en el fondo de la pileta del lugar.
Muerte sobre el escenario, contando un chiste
Dick Shawn (1924-1987) fue un comediante que tuvo un ataque al corazón y murió durante una broma que pareció extrañamente apropiada: se estaba burlando de los políticos que en su campaña decían cliches como “No me voy a dormir en mi cargo”. Shawn entonces se tiró al piso, boca abajo. En un comienzo, el público pensó que eso era parte del show, hasta que un rato después un empleado del teatro subió al escenario, constató su pulso y empezó a darle los primeros auxilios. Llegaron los paramédicos, y al público se le pidió que se fuese a casa: Dick Shawn estaba muerto.
Muerte por golpe de panza
El luchador profesional Mal “King Kong” Kirk murió por la enorme barriga de su colega Shirley “Big Daddy” Crabtree. En agosto de 1987, en los momentos finales de la pelea entre ambos, Crabtree desplegó su toma característica, la zambullida de panza. Kirk tuvo un ataque al corazón y murió sobre el ring. Crabtree fue exonerado cuando se descubrió que a Kirk le habían diagnosticado un problema cardíaco antes de la pelea. Sin embargo, Crabtree se culpó por la muerte de su adversario, y se retiró de la lucha profesional. Antes de la pelea, Kirk les dijo a sus amigos: “Si tengo que morir, quiero que sea sobre el ring”.
Muerte por imitacion
En 1991, una mujer tailandesa de 57 años llamada Yooket Paen estaba caminando por su granja cuando se resbaló en bosta de vaca, se agarró de un cable y se electrocutó hasta morir. Poco después de su funeral, su hermana Yooket les estaba mostrando a unos vecinos cómo había sido el accidente cuando ella también se resbaló, se agarró del mismo cable, y murió igual que su hermana.
Muerte por oveja
En 1999, una mujer inglesa de 67 años, Betty Stoobs, llevaba un paquete de heno en la parte de atrás de su motocicleta para alimentar sus ovejas. Aparentemente, las ovejas estaban muy hambrientas. Cuarenta de ellas cargaron hacia el heno y tiraron a Stoobs por un acantilado. La granjera sobrevivió a la caída, pero murió cuando la moto cayó encima de ella, empujada también por las ovejas.
Muerte por bomba en collar
En la tarde del 28 de agosto del 2003, el repartidor de pizza Brian Wells intentó robar un banco con una pistola. Cuando fue reducido por la policía, Wells reveló que había sido forzado a cometer el delito por unas personas a las que les había acabado de entregar una pizza: le habían puesto un collar con un explosivo ubicado en la nuca. De hecho, la bomba explotó antes de que el escuadrón antibomba pudiese desactivarla. Hasta el día de hoy, no queda claro si Wells fue una víctima, parte de una banda o un ladrón solitario.
Muerte por manta raya
En el 2006, el experto en vida salvaje australiano Steve Irwin murió cuando la cola de una manta raya le atravesó el corazón mientras filmaba un documental.
Muerte por biblioteca
Mariesa Weber fue denunciada como desaparecida por su familia durante casi dos semanas antes de que la encontrasen en su cuarto, debajo de una biblioteca. “Estuve durmiendo en su casa durante 11 días, buscándola”, le dijo su madre Connie Weber al St. Petersburg Times. “Y todo este tiempo ella estuvo en su cuarto.”
Sófocles
murió en el año 406 a.C. por la impresión que le produjo recibir una buena noticia.
De la Mettrie
decía que el ser humano debe gozar de los placeres carnales y disfrutar de la repostería trufada hasta la saciedad. Llevada a la práctica su teoría, no pudo resisitir el empacho, enfermó y murió
Jean-Baptiste Mouron,
en 1684, cuando tenía 17 años de edad, fue acusado de incendiario y condenado a galeras durante cien años y un día. Mourón cumplió el castigo íntegro y quedó libre a la edad de 117 años. Falleció unos años más tarde, pero en libertad.
Rasputín
tomó vino, pasteles envenenados, más tarde recibió cinco balazos mortales y fue golpeado en la cabeza con una barra metálica, sin que nada de eso pudiera terminar con su vida. Su inexplicable vitalidad no se quebrantó hasta que un grupo de personas allegadas le arrojaron, bien atado, por un agujero abierto en el helado río Neva, en 1916. Antes de eso, le fue amputado el pene, del que se dice tenía unas proporciones descomunales (28?5 cm.)
Allan Pinkerton
murió de gangrena al morderse la lengua en 1884
Felipe II el Prudente murió en 1598 de ptiriasis, es decir, una invasión masiva de piojos
Jean-Baptiste Lully
estaba dirigiendo su orquesta marcando el ritmo con su batuta. En aquella época (1687) la batuta era un pesado bastón con el que se golpeaba el suelo. En un fragmento difícil, Lully se enfadó con sus músicos y golpeó el suelo con tanta furia que se golpeó el pie con el bastón, se le infectó, se le engangrenó y esto lo llevó a la tumba
El francés Jacques LeFevrier
quiso asegurar bien la manera de suicidarse. Se fue a la cima de un acantilado y se ató un nudo alrededor del cuello con una soga. Anudó la otra extremidad de la soga a una roca grande. Bebió veneno y se incendió la ropa. Hasta trató de dispararse al último momento. Saltó del precipicio y en el mismo momento que caia se disparó . La bala, que no lo tocó, cortó la soga sobre él. Libre de la amenaza de ahorcarse, cayó al mar. El repentino zambullido en el agua extinguió las llamas y le hizo vomitar el veneno. Un pescador que pasaba por ahi lo sacó del agua y lo llevó a un hospital, donde murió… de hipotermia
Santiago Alvarado,
de 24 años, murió en febrero en Lompoc, California, cuando cayó de bruces del techo de un negocio de bicicletas donde estaba tratando de entrar para robar. Lo que causó la muerte fue la linterna, que se la había puesto en la boca y que con la caída, se la tragó y le atravesó el cráneo al caer al suelo
Seis personas
se ahogaron mientras trataban de rescatar a una gallina que había caído en un pozo en Egipto. Un joven campesino de 18 años fue el primero en bajar al pozo de 20 metros de profundidad. Se ahogó. Sus dos hermanos y hermana bajaron uno a uno para tratar de ayudarlo, pero también se ahogaron. Luego llegaron dos campesinos a ayudar, y también ellos murieron.Los cuerpos de los seis fueron sacados más tarde del pozo. También sacaron a la gallina, que estaba viva