El hombre, que conducía ebrio, sólo fue judicializado por el delito de lesiones personales.






Conectada a respiradores artificiales y con dictamen de muerte cerebral se encontraba anoche una de las dos niñas que, junto a una mujer, que fueron arrolladas el sábado por el director del Instituto Municipal del Deporte y la Recreación de Bucaramanga (Inderbú), Fabián Orlando Méndez.
A pesar de la gravedad de las víctimas y de la evidencia que señala que el funcionario estaba alicorado y que amenazó con un arma a quienes intentaron evitar su huida, un fiscal le otorgó la libertad.
"Mi hija está muy grave, pido justicia divina porque esto no puede quedar así. Pueden haber otros niños desvalidos por este hombre", dijo Gladis Rivera, mamá de Karen Nieto Rivera de tan sólo ocho años.
El reporte de las otras víctimas del accidente tampoco es alentador. Jessica Chaparro Sierra, de 9 años, es tratada por una fractura en su cadera y su mamá, Sandra Liliana Sierra, de 27 años, sufrió hematomas y laceraciones en diferentes partes del cuerpo.
La otra pequeña, Marlyn Yurley Pedraza sufrió lesiones leves en su rostro y su brazo derecho tras quedar aprisionada en una de las llantas de la camioneta Mazda de placas CWW-366, conducida por el funcionario.
De acuerdo a las primeras informaciones, suministradas por la Policía, el director del Iderbú, habría intentado adelantar un taxi en el exclusivo barrio Terrazas, al occidente de Bucaramanga, cuando perdió el control de la camioneta que manejaba, al parecer, en estadio de ebriedad.
En la maniobra Méndez arrolló a las niñas y la mujer quienes después de participar en un torneo de porristas caminaban hacía la carrera 33 para buscar el transporte público que las condujera hasta el barrio Provenza.
Situación legal
Aunque el fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) argumentó que dejaba libre a Méndez porque las lesiones personales son un delito excarcelable, la versión de los testigos señala que también debe ser investigado por portar y disparar un arma y por manejar borracho.
Según un ingeniero financiero, testigo del hecho, cuando el funcionario vio lo sucedido, trató de echar reversa y cuando lo cerraron para que no huyera, sacó un revólver y los amenazó.
Agentes de un CAI cercano al sitio del accidente llegaron al lugar y detuvieron al funcionario quien llevaba en su camioneta botellas de licor y publicidad política.
Una fuente de la Policía contó que minutos antes del accidente, que ocurrió a la 1:30 p.m., habitantes del barrio Terrazas reportaron que un hombre, con las características de Méndez, hizo disparos al aire.
Los concejales Édgar Suárez y Édgar Higinio Villabona le pidieron a Méndez apartarse de sus funcionales para que asuma la defensa de su caso. Contra Méndez cursan en la Fiscalía cuatro demandas por lesiones personales entre los años 2006 y 2009.
El arma tenía salvoconducto pero pasó a manos del fiscal que investiga el caso y que pidió una valoración de Medicina Legal para confirmar si Méndez efectivamente se encontraba bajo el efecto del alcohol.
Al parecer el alcalde de Bucaramanga, Fernando Vargas, le habría solicitado anoche al funcionario renunciar a su cargo.

BUCARAMANGA