Warner Bros está haciendo serios recortes en
Gears of War. Las productoras no están dispuestas a tirar la casa por la ventana para llevar de las videconsolas a la gran pantalla este exitoso título y quieren una producción modesta que les garantice la rentabilidad del proyecto.
New Line Cinema y
Warner Bros quieren recortar la historia y el presupuesto de la película. Lo que en principio se programó como una
superproducción de más de 100 millones de dólares que al fin sería digna de su nombre en el mundo de los videojuegos puede quedarse en otra adaptación que pase sin pena ni gloria por la cartelera.
Se dice que
Chris Morgan (guionista de
Wanted o la última
Fast & Furious) habría presentado un guión a los productores que convierte la película de
Gears of War en una megaproducción épica. Una historia densa, compleja y que requeriría de un importante desembolso por parte de los estudios para llevarla a buen puerto.
La respuesta de Warner y
New Line no ha podido ser más clara: han prescindido de Morgan y han dado orden clara de articular una historia sencilla para alumbrar una película que no suponga un desembolso desorbitado. Los productores alegan que las adaptaciones de videojuegos son un terreno muy delicado y arriesgado y todavía está por llegar aquella que resulte rentable y se convierta en un éxito en taquilla.
Al margen de la calidad del resultado final, este tijeretazo tendrá como consecuencia un notable retraso en el estreno de la película, la ausencia de estrellas de renombre en el reparto y la más que posible deserción de
Len Wiseman. El responsable de cintas como
Underworld y
Duro de Matar 4, iba a ser el director de
Gears of War, pero teniendo en cuenta que él firmó para una superproducción y no para una cinta de bajo costo, no es de extrañar que haya centrado su atención en otros proyectos.