Ojos oscuros, heridas aun abiertas
trato de dormir en medio de la incertidumbre
que trae consigo
los silencios de la noche,
las mil y muchas mas allá
soledades,
así se descompone y compone
mi sinfónica vida
¿Dónde estoy?
¿Dónde estás?
Desde tus ausencias
cuento todas mis mentiras como verdades
y mis verdades como las posibilidades
inclementes de la triste existencia.
Levanto la mirada
se esconde la luz,
soy un ciego
mis ojos han marchado tras la verdad,
espero ser curado en las puertas de Nínive,
mas soy golpeado una y otra vez
por el inclemente recuerdo
mis ansias y tus ausencias
conocimiento profundo,
misterio redentor de la salvación.
Entonces, al no ser escuchado
elevo mis plegarias
convertidas en casi ruegos
lujuriosos de paz,
esa paz que se me perdió
en el mismo momento
que preferí
habitar el mundo
y dejar de ser lo que era
lo que nunca llegue a ser.
Samuel Salazar Blandon.