Respuesta: repaso
Ella por su parte ronroneó como un gato todo el rato. Estoy seguro que nunca se la habían follado de esa manera.
Después de mucho tiempo empecé a acelerarme y el polvo se volvió más rápido. Dejé de masajearle los pechos para agarrárselos con fuerza y usarlos para empujar con potencia. Ella dejó de ronronear para gemir con mis embestidas cada vez más profundas.
Cuando noté que me iba a correr me pegué con fuerza a Natalia y solté el poco semen que conservaban mis huevos en lo más profundo de su culo. Todo el sexo acumulado durante las última horas hizo que mi cuerpo perdiera toda energía. Quedé medio desmayado encima de ella mientras corrientes de placer recorrían todo mi cansado cuerpo.
Cuando me hube recuperado nos duchamos juntos, pues apestábamos a sexo y me fui. Durante el último polvo le había dicho todo lo que quería así que no hizo falta más que un beso para separar nuestras vidas. Nunca más la he vuelto a ver y nunca la olvidaré.
|