La derrota de ayer del Manchester United ante Bayern Munich por 2-1 fue doblemente amarga. No sólo por no haber podido llevarse un mejor resultado, sino porque, además, sufrió la lesión de Wayne Rooney, una de sus estrellas. El delantero de la selección inglesa no pudo terminar el partido en cancha debido a que faltando un minuto para el final, se dobló severamente el tobillo derecho. Los ingleses se alertaron con la lesión del Baby, ya que parecía peligrosa, y podría peligrar su participación en el Mundial.
Si bien su lesión causó malestar y dudas entre el cuerpo técnico del Manchester y la selección dirigida por Fabio Capello, después de los estudios médicos se determinó que sólo padece un esguince de tobillo y que la recuperación demandará entre dos y cuatro semanas, por lo que podrá estar en el Mundial de Sudáfrica. De esta forma, no se sumará a David Beckham, quien ya está descartado para la cita.
Lo que es seguro es que se perderá el trascendental choque del sábado ante el Chelsea (se podría definir el campeón de la Premier League) y tampoco estará el miércoles de la semana próxima en el choque de vuelta con el Bayern en Old Trafford. Además, Rooney tampocó estaría frente a Blackburn, Manchester City y Tottenham. El delantero llegaría con suerte a una potencial semifinal de Champions League, en la que el Manchester podría cruzarse con Lyon o Bourdeaux.