El entrenador del Arsenal, el francés Arsene Wenger, destacó las similitudes que existen entre los "gunners" y el Barcelona, que el miércoles se medirán en Londres en partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones.




"Hay similitudes en la manera en que jugamos, en la manera en que educamos a los jugadores jóvenes, en la manera en que dependemos y confiamos en los jugadores jóvenes y en el sentimiento de pertenencia al club", manifestó Wenger en rueda de prensa.A 48 horas del primer choque entre dos de los equipos más ofensivos de Europa, el técnico del Arsenal consideró que los dos clubes siguen una política de identificación de los jugadores con los colores, que es una de las recetas de su éxito en el campo.
"Es una parte importante de cómo entendemos el fútbol y creo que el Barcelona lo tiene también", agregó Wenger.
Los Xavi Hernández, Lionel Messi y Carles Puyol son los Alex Song, Gael Clichy y Cesc Fábregas del Arsenal, aunque este último se formó en la Masía barcelonista antes de que Wenger le conociera durante un Mundial sub-17 y decidiera ficharle con 17 años.
Wenger no dio pistas sobre la participación de Cesc en el partido del miércoles, ante el que es duda por el golpe que sufrió en una de sus rodillas durante el último partido de la Premier, pero sí que se deshizo en elogios hacia el crecimiento deportivo del español.
Cesc o Fábregas, como es más conocido en Inglaterra, es el capitán del Arsenal con sólo 22 años y pieza clave de un equipo que opta a ganar la liga inglesa pese al tropiezo del fin de semana frente al Birmingham (1-1), que le deja a 4 puntos del Manchester United y a 3 del Chelsea, a falta de seis jornadas.
Esta temporada ha sumado a su habitual recital de asistencias una mayor capacidad goleadora, con 18 goles en todas las competiciones (frente a los 21 marcados en las tres temporadas anteriores).
A juicio de Wenger, Cesc se ha convertido en un gran finalizador porque "está más relajado", porque "tiene menos tensión cuando tiene que terminar una jugada; antes daba la sensación de que forzaba la oportunidad para marcar y ahora está más relajado".
"También ha ganado más potencia física. Se puede ver que resiste mucho más en las carreras con los contrincantes. Son dos ingredientes que han supuesto una gran diferencia", explicó.
En cualquier caso, fue su visión de juego lo que atrajo la atención de Wenger durante el Mundial sub-17 que se jugó en Finlandia en 2003, en el que España fue subcampeona frente a Brasil y en el que Cesc fue máximo goleador y elegido mejor jugador.
El entrenador del Arsenal recordó que "yo no podía ir a ver jugar a un equipo filial del Barcelona, porque no habría sido bien recibido" y que su única opción fue viajar a Finlandia, donde "enseguida pude ver que su visión de juego era excepcional".
"Físicamente era un poco débil en aquel momento, pero podía marcar goles. No sé si había otros equipos detrás de él. Sólo sé que fuimos los primeros y que los jugadores quieren venir a nuestro equipo porque saben que van a tener la oportunidad de jugar", dijo.
Doce días después de que terminara aquel campeonato, el catalán estampó su firma y comenzó la que es una de la carreras más exitosas de un futbolista español fuera de sus fronteras.