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La verdad es que cada vez me gusta más este país. Son de lo más peculiares hasta en los más pequeños detalles y, para muestra, una pequeña selección de los espantapájaros que cuidan sus campos de las bandadas de cuervos que, por cierto, abundan allí de un modo brutal.
Aquí nos contentamos con una camisa a cuadros vieja rellena de paja y, a lo sumo, una gorra para darle más realismo. Vean una pequeña muestra de los que se gastan en el país nipón:
Esta parece simpática, a no ser por el grupo de psicópatas que parecen acercarse por detrás…
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Observese el detalle del paraguas-garfio…
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¿Hawaiana?¿Mujer puro?¿Lucrecia la de los lunis?
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Este no me atrevo a calificarlo…
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Parece que asoman unos ojos femeninos, aunque los biceps y la tripa dan motivos para sospechar…
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Pero no todo es cachondeo en el fantástico mundo de los espantapájaros japoneses, por supuesto, también tienen la parte siniestra.
Aunque sin duda, el bicho que más pavor nos causa, tanto a los cuervos como a mí es éste…