Fotografías de larga exposición, la técnica que permite obtener imágenes con bellísimos efectos de movimiento, luces y sombras.

¿Cómo lograrlas? El secreto está en el obturador de la cámara, y lo que debes hacer es controlar el tiempo de contacto entre la luz y el sensor o película. Tanto en cámaras analógicas como digitales es posible controlar la velocidad de obturación; de esta manera, al aumentar el tiempo de exposición, se logra la sensación de fluidez tan característica en este tipo de imágenes.

El tiempo de exposición es el que tarda el obturador en abrir y cerrarse, y en ese término dejará pasar una mayor o menor cantidad de luz necesaria para formar la imagen. Por este motivo, una de las mayores particularidades de las sensacionales fotos de larga exposición es poder “leer” más matices y detalles de la escena. Esto se logra debido a que durante un tiempo de exposición mayor, el sensor captura muchos más datos.

Fotografía de larga exposición

Para fotos de larga exposición es recomendable que la velocidad del obturador nunca sea menor que 1/2 segundo, pero puede ser extenderse mucho más. Por eso, es fundamental la ayuda de un trípode: este accesorio evita que las fotos se vean movidas, como ocurre cuando se permanece con la cámara en la mano durante más de unos segundos.

Extender la exposición fotográfica también puede resultar útil cuando tenemos poca luz en el ambiente o no podemos hacer uso del flash, porque de esta manera logramos fotos más claras. Pero sin lugar a dudas, una larga exposición es especial para obtener imágenes tan increíbles como las que están a continuación.

Ajusta la velocidad de exposición de tu cámara, y con la ayuda de un trípode, logra tus mejores imágenes

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