fuente: Juan Diego Ortiz Jiménez / FUTBOLRED
"Desafortunadamente esa es la idiosincrasia de muchas familias", añadió el DT de Medellín que dejó ver todo su dolor tras conocer que en definitiva no podrá recibir a Corinthians en el Atanasio.
Leonel está bravo. Su melancolía por no poder actuar en casa ante los brasileros se mezcló con el reclamo a "algunos funcionarios" de la Administración Municipal que "no quisieron colaborar con el equipo".
Su tono, muchas veces rústico y bonachón, subió algunos decibeles cuando conoció que la sede del Rojo en sus dos primeros partidos de Copa será Bogotá.
"Nuestra casa es el Atanasio pero cuando no se puede, no se puede. Nos sentimos abandonados, directivos, jugadores y cuerpo técnico. Los Juegos son muy importantes pero en mi humilde concepto es todavía más importante la Copa Libertadores. Eso le transmití a los jugadores", declaró.
El décimo tecnico campeón debutante en la historia del fútbol colombiano utilizó un símil bien particular para describir la situación. "Nos sentimos abandonados porque nos sacaron de nuestra propia casa. El papá no puede hacer eso con sus hijos y más cuando luchamos tanto por estar en la Copa", amplió.
Pero cuando se descargó y pasó la amargura, volvió a utilizar la fuerza y el empuje que caracterizan su lenguaje. "Esta fue la decisión y esto también hace parte del fútbol. Estoy dolido pero tranquilo a la vez porque hemos pregonado siempre que debemos proponer igual en todos lados y a Bogotá tenemos que ir a ganarle a Corinthians", concluyó.
Álvarez adelantó que la capital colombiana también podría ser la sede del partido ante Racing de Montevideo el próximo 18 de marzo. Además sostuvo que en la antesala del juego ante la comitiva de Ronaldo, Roberto Carlos, De Federico y demás, entrenarán en Llanogrande y no en Bogotá.