Por lo menos una de las cinco propuestas que buscan legalizar el consumo de marihuana por motivos económicos en California tiene posibilidades de ser aprobada este año, dijo Alan Saint Pierre, presidente de la Organización Nacional para la Reforma Legal de la Mariguana.El experto dijo a Notimex que las dificultades financieras de California y la preferencia por el consumo de la marihuana entre los californianos, perfila que la iniciativa, conocida como “cannabis act” o Ley del cannabis, sea aprobada en referendo en noviembre próximo.
“La industria de la marihuana se traduce en 14 mil millones de dólares anuales, lo que puede aportar a California por lo menos mil 300 millones de dólares anuales en impuestos de ventas; esto lo saben los californianos y los influye en aprobar la propuesta”, dijo Saint Pierre a Notimex.
La propuesta necesitaba reunir para marzo próximo 434 mil firmas de electores empadronados que apoyaran la propuesta como requisito para integrarla a las boletas electorales, pero los promotores juntaron 700 mil firmas tan sólo hasta enero pasado.
“Su popularidad refleja la aceptación del consumo de la marihuana para aportar al estado ingresos que necesita y la influencia de la generación del baby boom -la generación de nacimientos de bebés en números sin precedentes a fines de los cincuentas y en los sesentas- que ahora se encuentra en puestos de dirigencia y de funcionarios públicos”, expresó Saint Pierre.La propuesta es obra del dirigente Richard Lee, fundador y catedrático de la Universidad Oaksterdam, la única escuela en Estados Unidos que enseña exclusivamente clases relacionadas con la siembra, producción, cosecha, distribución y venta de la mariguana por motivos médicos, dentro el marco legal que autoriza el estado de California.
La Universidad Oaksterdan -fusión de Oakland, California, y Amsterdam, Holanda-, influyó para que la ciudad de Oakland se haya convertido en 2009 en la única hasta ahora que autoriza legalmente la venta de marihuana con fines de aportar ingresos por impuesto de venta.
En un comercial de televisión en favor de la propuesta, una mujer cincuentañera residente de Oakland afirma que ha consumido la marihuana desde su juventud y que a su parecer la venta legal de la droga aportaría al gobierno de California recursos multimillonarios que necesita urgentemente para presupuestar la educación y salud públicas. 
La encuesta más reciente sobre el tema, del Instituto Field de California, reveló que el 56 por ciento de los electores encuestados está de acuerdo en la venta libre de marihuana con fines de reunir impuestos multimillonarios para el estado.
Incluso el gobernador Arnold Schwarzenegger, interrogado al respecto, dijo que apoya “un debate serio sobre el tema” de la venta y consumo libre de la droga en California como forma de conseguir ingresos para el estado.
La “cannabis act” propone que los californianos puedan comprar marihuana con impuesto de venta de unos 50 dólares por onza (de unos 16 gramos) de la droga, como se vendería ahora en Oakland.
La iniciativa es favorita ante otras tres que buscan también colocarse en las boletas de noviembre en referendo y una más que presentó un legislador estatal para debate.
Las otras tres propuestas a referendo son Canna-Bussines, que buscaría legalizar el consumo en el país, no sólo en California, con la idea de aportar impuestos al gobierno federal y al de California.
Otra contempla motivos fiscales, pero también religiosos y culturales, y una más que propone la venta libre sin ninguna cifra específica de impuestos o cantidades.
En la legislatura, la iniciativa del asambleísta Tom Ammiano fue rechazada por el comité de Salud de la cámara baja estatal en enero pasado, pero el autor dijo que volverá a presentar su idea modificada.Ammiano fue el primero en calcular que California obtendría por lo menos mil 300 millones de dólares anuales por impuestos de venta de la marihuana.
Por su parte, funcionarios que apoyan la “cannabis act”, como un juez estatal en el vecino condado de Orange, aseguran que legalizar la venta y consumo de la marihuana aportaría mil 300 millones de dólares en impuestos en ventas a California.
Asimismo, afirman que ahorraría al estado unos mil 800 millones de dólares anuales en detenciones y procesos judiciales a miles de personas que cada año son arrestadas por poseer pequeñas cantidades de marihuana para uso personal.