Los padres se van una noche con los amigos y dejan al niño con María Encarnación, la sirvienta. Cuando vuelven:
- ¿Y que tal el niño? ¿Hizo algo malo?
- Figúrese que se tragó una cucaracha, sumercé
- ¿¿¿Que??????
- Pero no se preocupe patroncita, que luego lo hice tragarse un tubo de Baygón.