Por: Jorge Enrique Robledo, Bogotá, 11 de enero de 2010
En entrevista concedida a Portafolio (Ene.08.10), el ministro de Agricultura, Andrés Fernández, le atribuyó a Agro Ingreso Seguro la disminución de la inflación en alimentos en 2009. Días antes, Andrés Felipe Arias dijo algo similar. Esas afirmaciones faltan a la verdad con el propósito de embellecer la deplorable realidad agrícola nacional y un programa plutocrático de favoritismos y corruptelas ya condenado por la opinión pública.
La baja de la inflación en alimentos, según se sabe y lo explica el Banco de la República, se debe “a la caída de los precios internacionales de los alimentos y de los principales insumos agrícolas” y a “las restricciones que han enfrentado las ventas de alimentos hacia Venezuela”, lo que incrementó “la oferta disponible en el mercado interno, presionando a la baja los precios” (Banco de la República, Informe sobre inflación, septiembre de 2009). Por ejemplo, la tonelada de maíz importado cayó, entre 2008 y 2009, de 281 a 205 dólares.
A lo anterior se suma que la reducción de la capacidad de compra de los colombianos en razón de la crisis económica nacional presiona los precios a la baja y que la revaluación del peso frente al dólar abarata las importaciones agropecuarias, equivalentes ya al ¡40 por ciento de la producción agropecuaria del país!
La otra verdad que quieren ocultar Arias y Fernández dice que las gentes del agro colombiano trabajan con escasísimo respaldo oficial, como lo prueba que Agro Ingreso Seguro cubra unas 100 mil operaciones al año y que en el país haya 2,7 millones de predios en el campo.
Además de los pecados de Agro Ingreso Seguro ya demostrados en los debates, Arias y Fernández insisten en mentir, y a sabiendas de que lo hacen, sobre los supuestos beneficios del programa.